AGENCIAS, REDACCIÓN
.- "Los mercados cambiarios se han convertido en un campo de batalla", dijo a la BBC Mundo el economista de la Universidad de Sevilla Juan Torres López, autor de Toma el dinero y corre. La globalización neoliberal.

Este campo de batalla, agrega la web, está enfrentando a los países desarrollados occidentales y a las naciones asiáticas que, con China, Japón e India a la cabeza, están interviniendo para bajar la cotización de sus monedas a fin de estimular sus exportaciones.

Según la BBC Mundo, el tema es particularmente grave porque la economía mundial está saliendo lentamente de una recesión global y una guerra cambiaria podría descarrilar un pilar de toda recuperación: el comercio internacional.

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Asia, India y Tailandia han dejado en claro que preparan una "inminente" intervención para evitar la apreciación de sus monedas siguiendo a China, Japón y Corea del Sur.

Antes de una cumbre del G20 prevista los 11 y 12 de noviembre en Seúl, aumenta la preocupación sobre las consecuencias de una guerra de divisas en la que cada país haría todo por devaluar su divisa para dinamizar su economía en detrimento de las demás.

El primer ministro japonés, Naoto Kan, se declaró el viernes pasado "muy preocupado" por la fortaleza del yen, que marca máximos frente al dólar en 15 años, lo que perjudica a las exportaciones niponas. El gobierno chino advirtió, por su parte, que la tasa de cambio del yuan no debía ser el "chivo expiatorio de los problemas internos estadounidenses".

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El más reciente movimiento en este sentido es el anunciado por el presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Ben Bernanke, quien el viernes pasado expresó su apoyo a una nueva inyección de liquidez con el objetivo de sostener el crecimiento y los precios, a riesgo de que su país pueda ser acusado de alimentar una "guerra de divisas".

La Fed considera desde hace un tiempo un nuevo programa de compra de obligaciones del Tesoro estadounidense a largo plazo, a fin de hacer descender más las tasas de interés a largo plazo, ya en un nivel netamente bajo, además de que el banco mantiene las tasas a corto plazo en el piso, con su tasa directriz casi nula desde mediados de diciembre del 2008.

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En consecuencia, la idea sería intentar bajar más el costo del crédito con el objetivo de estimular la inversión y por esa vía, la actividad económica, pero esta perspectiva divide a los dirigentes del banco central.

Como ha reconocido Bernanke, la masiva inyección de liquidez en el circuito económico no está exenta de riesgos: implica la amenaza de inflación y es difícil controlar todas sus consecuencias, siendo excepcionales los ejemplos históricos en los cuales ello se logró.

Según Sal Guatieri, analista de BMO Capital Markets, Bernanke "puso claramente todo su peso en la balanza para inclinarla en favor del campo favorable a una flexibilización" monetaria adicional.

James Bullard, uno de los miembros del FOMC que todavía no se alinea claramente con una de las posiciones, explicó recientemente que el presidente de la Fed, por su autoridad y el respeto que inspira, puede orientar las decisiones del Comité en caso de bloqueo.

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El discurso de Bernanke hace más probable una intervención masiva de la Fed, que se decidiría desde el 3 de noviembre, al término de la próxima reunión del FOMC, y que afectará el valor del dólar a largo plazo.

Para hoy estaba prevista una reunión de representantes de bancos centrales en Shanghái (China), tras las muestras de debilidad del dólar.

En la región Andina, en Colombia se tomaron medidas restrictivas al ingreso del dólar, el viernes pasado. También se anunciaron otras medidas para frenar la apreciación del peso, aunque expertos dudan de su eficacia en un contexto mundial de "guerra de divisas", por la debilidad de la moneda estadounidense y un posible boom minero en ese país.

Los dividendos por unos 1.400 millones de dólares que la petrolera estatal Ecopetrol aporta al gobierno se depositarán en el exterior. Además se estudian medidas tributarias y de reducción del déficit fiscal, así como permitir que multinacionales cancelen sus impuestos en el exterior y alentar la inversión extranjera directa a través de préstamos en pesos.

Indicadores

A la baja: El viernes pasado el dólar llegó incluso a cotizar a la par con el dólar australiano por primera vez desde finales de 1983 o en su nivel más bajo en los últimos 15 años con respecto a la divisa japonesa.

Balanza: La presión estadounidense sobre Pekín no está cerca de ceder puesto, ya que el déficit comercial de EE.UU. con China alcanzó en agosto la suma sin precedentes de $ 28.000 millones.