“Vaya por el comandante Fidel Castro”, dice en voz alta, pero cortés, una joven mulata de La Habana de aproximadamente 24 años, que luce pantalón morado, ceñido al cuerpo, con una blusa del mismo color, zapatos de taco ancho y altos de lona, con los que invita a pasar a los clientes de un modesto restaurante en Quito.

No es una invitación a apoyar al ex presidente de Cuba, Fidel Castro, sino una sugerencia para degustar un sándwich, con el mismo nombre del anciano líder comunista, que ofrece a los clientes del local El Rinconcito Cubano, ubicado en la avenida Real Audiencia, en el norte de la capital.

El local luce vacío a media mañana del jueves cuando el equipo de EL UNIVERSO ingresa al restaurante de seis pequeñas mesas de metal y sillas de color café claro. Varias fotografías con marcos de madera de La Habana, Varadero, y otros lugares de la isla, identifican a este sitio de concentración de la colonia cubana en la capital.

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¿Son periodistas?, pregunta Mayra (nombre protegido y quien se encuentra en situación irregular por haber pasado los 90 días permitidos como turista) al percatarse de la cámara fotográfica. Baja un poco la voz, pero no se intimida, mientras comunica a una mujer de más de 45 años, también cubana, el pedido en la estrecha cocina ubicada al costado de la entrada principal del local.

Mayra ofrece sin muchas trabas dar testimonio sobre su situación migratoria en el Ecuador, pero exige no ser grabada, fotografiada, ni identificada.

Cuenta que llegó hace nueve meses, al igual que las 18.327 personas cubanas que han ingresado al Ecuador en el presente año, según datos de la Policía de Migración.

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Una carta de invitación de un ecuatoriano, por la que pagó de $ 300, fue suficiente para que el gobierno de Cuba le entregue el pasaporte de turista con el que todo cubano puede ingresar libremente, pues Ecuador es uno de los pocos países en el mundo que no exige visa a los cubanos.

Considera que “fue un error” haber viajado al Ecuador y que prepara maletas para retornar, antes de que pierda todos los derechos en Cuba.

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A las personas que salen de la isla y no regresan hasta los once meses, el gobierno de Raúl Castro les quita la residencia y los derechos básicos (salud y educación), menos la nacionalidad, según cuenta y lo confirman datos de la Cancillería.

Mayra comenta que al igual que sus compatriotas se siente excluida, relegada, estigmatizada por hablar fuerte, con gestos, movimientos, y con el dialecto particular de los cubanos. “Somos así medio gritones, pero gente buena que lo único que queremos es trabajar. Tengo cinco títulos profesionales como educación, arte y música”. Resignada reniega que los ecuatorianos no valoran la preparación de los cubanos y que deben hacer trabajos forzados por solo $ 130 al mes.

Según el subsecretario de Servicios Consulares y Migratorios de la Cancillería, Leonardo Carrión, en el país existe una colonia de seis mil cubanos, de los cuales aproximadamente cuatro mil son regulares.

El flujo migratorio de cubanos al Ecuador se incrementó desde la vigencia de la nueva Constitución, en diciembre del 2008, en donde se consagra el derecho a la libre movilidad humana. Así lo señala el director nacional de Migración, Edwin Báez.

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Antes del 2007 el flujo migratorio de cubanos fluctuaba entre tres y cuatro mil ingresos y salidas por año. En el 2008 ingresaron 10.948 cubanos y salieron 9.935. En el 2009 se incrementó a más del doble. Entraron 27.114 y salieron 23.147. Pero en el presente año bajó. De enero a septiembre llegaron 18.327 y se fueron 15.439.

Carrión aclaró que se debe al incremento de los controles y a la triangulación de la información entre Migración, Cancillería, y Registro Civil, para evitar “ser engañados” por redes de tráfico y trata de personas.

Este Diario buscó un pronunciamiento de la Embajada de Cuba en el Ecuador sobre la situación de sus compatriotas, pero el consejero de Comunicación, Michel Ravelo, señaló que no pueden hablar del particular porque el embajador, Benigno Pérez Fernández, está por abandonar la misión.

Tampoco quiso dar declaraciones el presidente de la Asociación de Cubanos residentes en el Ecuador, Marcos Dehesa, porque cree que los medios han manipulado el tema. “Me cansé que se haga tanta noticia con los cubanos”.

Mientras Mayra está decidida a retornar a Cuba, Josefina (nombre protegido), quien preparaba los alimentos en el Rinconcito Cubano y quien llegó al país hace cinco meses, dice estar dispuesta a quedarse.

“Así sea para que me deporten me quedo. Aquí se puede ganar algo de dinero”, afirma, pese a que también dice sentir xenofobia de los ecuatorianos.

Minutos antes había llegado un joven cubano de cabello largo que canta en el local los viernes de cada semana.

Pide bajar la voz a Mayra y Josefina que entusiastamente no paran de contar sus historias.

Antes de abandonar el lugar y cancelar la cuenta, Mayra invita a visitar su país. “Vayan para que vean la diferencia y lo bien que los recibimos a todos los extranjeros”.