A menos de quince días del accidente de un bus de la cooperativa Cotopaxi en Apagua, cerca de las 03:00 de ayer ocurrió una nueva tragedia cuando la unidad número 51 de la cooperativa Turismo Oriental, placa AAW-510, que iba de Cuenca a Quito, se salió de la vía y cayó cien metros hasta las rieles del tren que atraviesan a la comunidad Lasimbo (Yambo), parroquia Panzaleo, cantón Salcedo.

Hasta el cierre de esta edición se confirmó que los muertos sumaban al menos 38, de los cuales 13 están identificados y entre los que no, hay un bebé de 5 meses, niños y adultos. Los heridos totalizan doce y fueron llevados a hospitales de Ambato, Salcedo y Latacunga.

En el lugar del accidente, el bus quedó sobre las rieles del tren con la carrocería aplastada y las llantas hacia arriba, lo que permitió detectar que estaban lisas. Policías, bomberos, Cruz Roja, Secretaría de Gestión de Riesgos, Fiscalía de Cotopaxi y del Ejército, trabajaban en el rescate de las víctimas que quedaron prácticamente apiladas.

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Edmundo Moncayo, comandante de la Policía de Cotopaxi, explicó que el vuelco del bus en Lasimbo y el de la cooperativa Cotopaxi (el 17 de agosto en Apagua, vía La Maná-Latacunga), se deben a fallas humanas. Pidió a las cooperativas “concienciarse” en las condiciones de los choferes. “Habría que preguntar cuántos turnos hizo el conductor y si descansó lo necesario”, acotó.

Dijo que si bien el bus de la Cotopaxi no tenía exceso de pasajeros, el de Turismo Oriental sí excedía la capacidad de 40 pasajeros, ya que llevaba 50.

Moradores del sector de Lasimbo advirtieron que a las 03:00 escucharon un estruendo y media hora después las sirenas de las ambulancias. Entonces salieron para ayudar al rescate, primero de los heridos que pedían ayuda para poder salir de entre los hierros retorcidos y del montón de cuerpos que había dentro del automotor.

Carlos Acosta y su hijo Guido, residentes en Lasimbo, dijeron que el rescate de los heridos fue angustiante. “Se escucharon lamentos de personas mayores y niños que no podían moverse porque estaban atrapados”.

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El suboficial Ángel Santamaría, del Cuerpo de Bomberos de Ambato, mencionó que fue necesario un equipo hidráulico para romper y abrir los fierros retorcidos que permitieran sacar a los heridos y fallecidos. Lamentó que muchos pasajeros que salieron con vida hayan muerto en el trayecto a los hospitales. Tanto duró el rescate de los fallecidos del accidente que a eso de las 10:00 personal de Bomberos y Cruz Roja realizaron “un rastreo” por el interior del vehículo para constatar que en el lugar ya no quedaban más cadáveres. Los cuerpos sin vida eran transportarlos a la morgue de Latacunga.

Cerca de los hierros retorcidos de la unidad se encontraban maletas, cartones con utensilios, coche de bebé, portafolios, celulares y otros objetos que fueron recogidos por la Policía. Hasta llegaban desesperados familiares de los pasajeros que se embarcaron en la unidad.

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Entre los sobrevivientes están Franklin Aníbal Quinso Huilcapi, de 19 años, y su padre Segundo Manuel Quinso, de 41, quienes se subieron en Riobamba para trasladarse a Quito. El primero advirtió que el bus iba lleno y recuerda que rezaba, “primero a mi Dios y luego a la virgencita de Guadalupe”, para que lo ayudara en la prueba psicológica que debía dar ayer para ingresar a la Policía.

Contó que al momento del accidente salió despedido por el parabrisas y subió unos 50 metros hasta la Panamericana, donde paró un carro cuyo conductor le permitió comunicar del accidente a la Policía.

Según el teniente Danilo Freire, jefe de la Unidad de Investigaciones de Accidentes de Tránsito (UIAT) de Cotopaxi, el suceso se habría producido por la pérdida de pista y volcamiento del bus. Acotó que algunos factores para que ocurra esto son: la calzada, el estado del automotor y del conductor.

La UIAT de Cotopaxi contactó a su similar en Azuay a fin de conocer la hora de salida del bus desde Cuenca, el nombre del chofer y si tenía relevo con lo que se sabrá si estuvo en condiciones para conducir.

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Están en morgues

En Ambato: Sandy Ruiz Solano. En Latacunga: Roberto Calapucha Grefa, José Mogrovejo Guzmán (posible conductor), Kléber Sánchez Cabascango, Emperatriz Rojas Crespo, Manuel Chauca Cajamarca, Luz Chimborazo Sanango, Franco González Ramírez, Manuel Siguenza Espinoza, Jhon Recalde Pereira, Cristian Andrés Licta, Luis Luciano Rivas Navarro, Miguel Ángel Aguayo Coello.

Testimonio

José Coimes, extranjero
“Todo fue tan rápido”
“Salí desde Cuenca a eso de las ocho media de la noche en el bus. Quería llegar a Alóag para de ahí viajar a Quito. Solo me acuerdo que el bus se fue para el barranco. Supongo que el chofer se quedó dormido y por eso perdió el control y se produjo el accidente. El bus iba lleno, aunque para mí la velocidad era normal, no iba tan rápido. Yo viajaba solo y en algunas partes me quedé dormido, no me acuerdo si había gente parada, aunque creo que sí. De repente toda la gente gritaba y dentro del bus empezamos a caer al abismo. Yo me quedé atrapado entre las latas, dentro de la carrocería. No me acuerdo cuánto tiempo estuve ahí, pero alguien me ayudó a salir y luego me pusieron en la ambulancia y me trajeron al hospital. Espero que venga un amigo de Quito porque yo no tengo familia aquí en el Ecuador”.