A muchos no les gusta comer las frutas como tal, sin embargo son un aporte en vitaminas muy importante y son alimentos muy saludables que debemos integrar en nuestra dieta diaria.

Los jugos son preferidos por algunos, pero en muchas ocasiones son hechos con antelación, por lo que se pierde el aporte nutricional y lo que es peor aún, le suelen agregar  azúcar, ¡Eso sí es un crimen!

Una de las peculiaridades más interesantes del país es que nos ofrece variedades de frutas todo el año por el simple hecho que si no es temporada en la Costa, lo es en la Sierra. Por lo tanto, a continuación, para los que no quieren comer frutas como tal, les propongo incorporarlas frescas en sus comidas.

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Les doy ejemplos: ensalada de papaya verde cortada en julianas, con trozos de frutillas y aderezos de pepinos dulces y moros. Ensaladas de palmitos con tomate y uvillas, aderezos de aceite oliva extravirgen y aceite balsámico. Ensaladas de lechuga romana, camarones, mango verde y pulpa de maracuyá frescas.

También pueden cocinar algunos platos con fruta, lamentablemente el aporte en vitaminas no será el indicado, debido a que estas se destruyen al calor; por ejemplo, una pechuga de pollo con papaya caramelizada o higos con pato, lo cual en Francia es un gran clásico.

En cualquier caso, siempre tener en cuenta que las frutas deben estar en perfecto estado de madurez y no dañadas ni golpeadas, asunto que habrá que verificar a la hora de la compra, ya que todos sabemos lo que sufren las frutas al ser manipuladas incorrectamente desde el lugar de producción hasta el punto de venta. Si compramos fruta estropeada, se convierte en un producto que se daña más rápidamente y brinda un aspecto muy poco apetitoso.  ¡Bon appétit!