Sus rostros eran de cansancio, pero reflejaban regocijo. Un regocijo interno, de renovación espiritual, pues habían ofrecido a la Virgen de El Cisne un acto de sacrificio, de veneración, de agradecimiento; un acto de fe que les significó cubrir a pie, desafiando el frío y el viento helado, en las primeras horas de la mañana, y el sol del mediodía, los 20 kilómetros que hay entre el santuario donde se venera la imagen y San Pedro de La Bendita. Había cumplido el primer tramo de la procesión más numerosa del sur del país, que dura cuatro días recorre 70 km y que ayer congregó al menos unos 60 mil feligreses nacionales y extranjeros.

Por eso los creyentes, que llegaron a La Bendita pasado el mediodía, cuando el sol era intenso, alzaron plegarias al cielo en agradecimiento a Dios por las fuerzas recibidas. Esa fortaleza de espíritu que les permitió completar en más de cinco horas una caminata sobre una carretera de asfalto que zigzaguea por una geografía montañosa.

Pero quienes cubrieron los 20 kilómetros en cinco horas y que llegaron descalzos por el dolor de pies no se detuvieron en la hacienda La Bendita, cinco kilómetros antes, donde la procesión tuvo un receso. Ahí se ofició una misa campal antes de retomar la marcha.

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A las 06:00, desde El Cisne, localidad lojana a 2.252 metros de altura y que ayer amaneció con 10 grados de temperatura, había partido la manifestación de fe luego de una misa en el santuario donde reposa La Churonita, como se conoce a esta advocación de María.

Un clima de 14 grados acompañó, pasadas las 08:00, a los penitentes durante los primeros 15 kilómetros, que transcurrieron entre oraciones y cánticos religiosos; aunque a medida que avanzaba, el cansancio y el dolor de piernas aumentaban. Luego el sol fue intenso, pero esto sirvió para que los feligreses se dieran ánimos entre sí. “Una curva más y una recta y llegamos”, le dijo un jadeante Jorge Pérez, de 58 años, a su nieta Magali. El hombre agradecía a la Virgen de El Cisne por haberlo sacado del vicio del alcohol, en el que estuvo sumido por años, confesó.

Pero la caminata de 20 kilómetros no marcó el único sacrificio. Los feligreses participaron sobreponiéndose al cansancio. La mayoría había viajado por horas y dormido poco. Incluso la noche fue festiva. Hubo artistas y juegos pirotécnicos.

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Los fieles llegaron masivamente a El Cisne en la víspera de la procesión, la noche del lunes pasado. Y trasnocharon en las aceras de la casa y del santuario y en el albergue La Casa del Peregrino, que acogió a cerca de 500 creyentes, en su mayoría de las provincias de Cuenca, Chimborazo y El Oro.

Se recostaron sobre cartones, petates o solo se cubrieron con sus abrigos y frazadas. Lidia Quillupangui, devota de 66 años, pasó la noche en el bus que la trajo desde Quito junto con otros 30 feligreses. Pedía a La Churonita por el tercero de sus hijos, para que consiga trabajo y se olvide de los vicios.

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Hubo pocas horas de sueño. A las 03:30, cuando un frío de 8°C se calaba en los huesos, ya los creyentes saturados de abrigos se congregaban en el santuario de la Virgen, donde se oficiaban misas cada hora.

A las 05:00, La Churonita fue colocada en el carruaje, pero antes su vestimenta fue cambiada por los sacerdotes. El vestido blanco con capa celeste fue sustituido por uno celeste, brillante y con hilos blancos que dibujaban flores. Del mismo tono fue vestido el Niño Jesús, al que la Virgen carga en brazos.

Fue un momento de fervor con feligreses volcados al altar y oraciones intensas. Freddy Lima, de 27 años, lloró. Su trabajo en Portovelo (El Oro) lo aleja de su familia. Dijo que los ve cada dos meses, ellos viven en Catacocha. “Pido que me permita volver a ellos; la escasez de trabajo y la crisis hacen que uno salga de su tierra”, afirmó.

Lima estuvo entre los penitentes que tradicionalmente participan de la procesión de la Virgen de El Cisne, una tradición de cinco siglos que se transmite por generaciones. Hoy se inicia la segunda parte de la procesión desde San Pedro de La Bendita hasta Catamayo, un tramo similar al de ayer.

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En esta localidad, La Churonita permanecerá un día, luego el viernes saldrá el último tramo hacia a Loja, un recorrido de más de 32 kilómetros.

Testimonios: Pedidos de fieles
Carmen Lojano, devota oriunda de Quito
“La Virgencita de El Cisne es poderosa. Yo le he pedido y me ha concedido muchos favores, pero esta vez tengo que rezarle mucho para que me ayude con mis nietos, porque sé que ellos andan en cosas malas. Le pido a La Churonita que los ilumine, que vuelvan a ser buenos como cuando eran guaguas. Voy a rezar mucho por ellos, que cambien, que ya dejen a esas compañías que no llevan a nada bueno. Todo es porque ahora la juventud está cada vez más por mal camino”.

Eleno Ramírez Tomalá, feligrés de Santa Elena
“No me podía parar por la osteoporosis. Pasaba en cama, pero me hablaron de la Virgen de El Cisne, le recé, creí en ella y cuando me trajeron para acá, hace siete años, a la procesión, pude caminar. Yo creo que fui bendecido por ella y ahora le sigo con mis compañeros de la congregación El Buen Pastor, del cantón La Libertad (Santa Elena). Tomo calcio, me cuido como recomienda el médico, pero sobre todo cuento con la protección de la Virgen de El Cisne”.

Efraín Buenaño, sargento primero de Policía
“He venido con toda mi fe. Le pido a la Virgen por la estabilidad de mi hogar, para que me proteja en este oficio que tengo que es muy peligroso. Porque tengo a mi familia, a la que no veo con frecuencia, precisamente porque decidí servir a la ciudadanía. Por eso le rezo a la Virgen de El Cisne para que me proteja, ahora hay mucha delincuencia y uno corre peligro, pero está convencido de que así lucha por los demás y cuenta con la protección de ella”.

Apuntes: La caminata
Paso cerrado
Durante las cinco horas que duró la procesión quedó restringido el paso vehicular. Unidades como tanqueros con combustible formaron hileras en las intersecciones de la vía El Cisne-San Pedro de La Bendita.

Auxilios
El clima fresco y sombreado que predominó durante la mayor parte de la marcha incidió para que los casos de personas sofocadas fueran mínimos. Según elementos de la Defensa Civil, solo se registraron dos afectados.