Una cometa   que planeaba sobre la ciudadela Entre Ríos fue confundida
con un OVNI y causó alarma  por más de dos horas. Su dueño, José Leonel
Briones, aprovechará su momento de fama y la subastará en Mercado Libre.
 
Tomó vuelo a las 20:30  y después de una hora causó revuelo en Guayaquil y Samborondón.

“En el puente de Samborondón hay una luz que parece un ovni”. “Un OVNI en Samborondón” fueron los primeros mensajes que se subieron al Twitter aproximadamente a las 21:30 del lunes 2. El rumor de que un Objeto Volador No Identificado (OVNI) sobrevolaba el cielo se propagó rápidamente en las redes sociales Facebook y Twitter, en los smartphones y teléfonos celulares.

Quienes circulaban por los puentes Rafael Mendoza Avilés y Carlos Pérez Perasso o residen en la vía a Samborondón llenaron la red de información. El tráfico vehicular se caotizó por dos horas. La gente especulaba sobre algún accidente de tránsito, incluso bajaban de sus vehículos, se paraban a observar al cielo y tomaban fotografías del objeto planeador que se movía bastante con el viento, según escribe Luis Pinto, testigo del episodio y residente de la zona, en su blog.

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Pero este artefacto que enviaba destellos de colores no era más que una cometa blanca, de 2 x 1,80 m, fabricada de tela nailon hace unos dos años y con las letras Hidden Plane escritas en sus alas.

Su dueño y causante del caos es un manabita residente en Guayas. Se llama José Leonel Briones Vera y es amante de las cometas desde niño.

Con sus amigos aprendió a volarlas en su natal Chone y el pasado lunes 2 de agosto decidió sacar a planear la cometa al parque de la ciudadela Entre Ríos, donde reside hace 23 años, para que los hijos de su amigo Boris Salas la vieran.

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“Ya lo había hecho antes y decidí hacerla volar cerca de mi casa, en el parque Nathalia Fabara aprovechando que en esta época del año hay buen viento”, explica sentado en su oficina, en el estudio jurídico Aguiñaga y Aguiñaga, en el centro. 

“El año pasado le puse luces (la cometa tiene 19) pero ahora las cambié por unas más fuertes (luces LED a pilas) ”, cuenta él.

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Hace un año ya había hecho volar una cometa similar y solo causó sorpresa entre los vecinos. La de esta vez, que estaba atada a una piola de 1.000 metros, se elevó rápidamente –en no más de 20 minutos–, y era visible desde los puentes.

No pasó una hora cuando un amigo en el parque le dijo que había causado una conmoción a la entrada de la ciudadela por el Supermarket de Nelson, en donde había más de 50 personas asustadas creyendo que su cometa  era un OVNI.

“Me reí un poco”, confiesa. Mientras seguía volándola, otros amigos le empezaron a enviar mensajes al celular, diciéndole que hay un aparato raro en La Puntilla, “sin saber que era yo”, dice.

Al parque acudieron decenas de personas a fotografiarse con él y la   cometa. Manolo Salazar acudió con su primo y relata que había decenas de personas. “Fue chistoso, le pedían prestada la cometa. Parece que la gente anda aburrida. Es otro caso a lo Orson Welles o el de los chanchitos” –dice– haciendo una comparación con otros episodios causados por los rumores.

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WELLES Y LOS CHANCHITOS
En 1938, Orson Welles adaptó La Guerra de los Mundos para la radio. Se relató en forma de noticiario la invasión de naves extraterrestres,  lo que causó  caos en EE. UU. 

En el 2004, las paredes de diversos sectores de Guayaquil y Samborondón amanecieron pintadas con chanchos rojos y negros. Se especuló  que eran el isotipo de una pandilla que buscaba venganza, pero no eran más que un proyecto artístico autoría de Daniel Adum.

El sociólogo Carlos Tutivén explica el caso comparándolo con la imagen del cuco que tenemos cuando somos niños. “Vivimos en una sociedad que satura a las personas de imágenes e información que muchas veces se tratan de manera sensacionalista, como las pandillas o los extraterrestres. Estos datos quedan grabados en nuestras mentes, y no analizamos, como sociedad, si son ciertos o falsos”, dice.

Cuando aparece una noticia como la de un OVNI, explica él, nuestras alarmas se prenden y no pensamos analíticamente.

SEGUIRÁ VOLANDO
Mientras Leonel seguía volando su artefacto, los mensajes virtuales continuaron. Según el informe estadístico de la compañía Incom  (@incom) el tema del supuesto OVNI  reportó tweets de más de 150 cuentas distintas de ecuatorianos, llegando a colocar el trend topic en el sexto lugar de los globales.

Las personas subieron fotos. Se creó una cuenta en Twitter (@ovniec) y dos páginas de Facebook  en menos de diez horas. Mientras unos mensajes decían que era un OVNI, otros que fueron testigos visuales afirmaban que era una cometa. Entonces las frases tomaron un tono jocoso. “Se divisó un OPNI (Objeto Pelucón no Identificado)”, se comentaba en Facebook.

Leonel no ha revisado las redes sociales, pero sus conocidos le mostraron  fotos de su cometa ovni. Esa noche  la cometa voló  hasta las 00:30.

Hasta el martes 3, cuando Leonel llegó a la oficina había gente en su ciudadela y en los alrededores que seguía creyendo que había habido un OVNI en Samborondón. “Realmente me agradó mucho lo que pasó (...)  La gente se puso así por haber visto algo extraño, no haberse encontrado con esto antes”, explica. También acota que le han aconsejado ponerse un puesto de venta de cometas, porque no se ven cometas tan raras en la calle.

Como es un hobbie que disfruta, piensa seguir volando cometas, pero ya no cerca del puente. La de esa noche, cuenta este  ciclista, soltero y de 39 años, será subastada para financiar su carrera. Tenía previsto hacerlo en la web Mercado Libre.

En noviembre, planea realizar una competencia nocturna de bicicletas y aprovechar para poner algunas cometas a volar allí.

Leonel se divierte con su inesperado minuto de fama. La noche del martes mientras posa para unas fotos con su cometa, la gente que transita por su casa se detiene a ver la cometa y conversar con él.