Alta, delgada, con el cabello ensortijado recogido en dos moños a los costados. Así era a los 10 años Lady Mina Lastra. Una niña que creció en el barrio de las calles 13 y Cristóbal Colón, en el segundo callejón del suburbio de Guayaquil, y que jugaba a ser modelo de pasarela junto a su hermana Yuli.

Elegida como la Miss Ecuador 2010 el pasado 25 de marzo en Quito, Lady, quien viajará el próximo 7 de agosto a Las Vegas (Estados Unidos) para competir en el concurso Miss Universo, cuenta que entre sus metas de vida no figuraba el convertirse en reina.

“No me llamaban mucho la atención los reinados, pero si tú me decías que había una pasarela, yo salía corriendo y era la primera que estaba desfilando”, recuerda la Flaca, como cariñosamente le dice su madre, María Lastra.

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Graduada en el colegio fiscal Assad Bucaram, la joven, de ahora 24 años, revela que su deseo de estudiar Hotelería y Turismo en la Universidad de Guayaquil se desvaneció cuando su padre, Nelcin Mina, se quedó sin trabajo y la crisis económica invadió la casa.

“Me retiré y me metí a trabajar. Mi primer trabajo fue en la Bahía, en un almacén de ropa, pero no me gustó y me retiré. Entonces empecé otro trabajo, que fue en los almacenes Tía. Ahí estuve como cajera, en las perchas y en atención al cliente”, narra la ahora estudiante de primer año de Comunicación Social en la Facso.

Los amigos han sido parte importantes en su vida. William Herrera, director de una academia de modelaje en Loja, es uno de ellos.

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Él fue quien decidió inscribirla en el certamen del Miss Ecuador y la llamó para decirle que ya no podía negarse y debía asistir al casting de candidatas. “Yo mandé las fotos de ella en septiembre del 2009 y salió triunfadora. Vi en ella bastante seguridad, soltura, una mujer que quiere salir adelante en la vida”, dice. Desde ese momento, señala Lady, la historia cambió.

Su paso durante la Ruta de la Belleza, actividad en la cual las candidatas recorren varias ciudades del país, asegura, no fue uno de los más destacados.

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“Mantenía un perfil súper bajo. No era la chica que a lo mejor figureteaba o que estaba frente a las cámaras, pero yo sabía en qué momento tenía que dar mucho más. Además, si tú desde el principio entregas todo, como que al final ya no tienes con qué impactar, entonces yo me manejé así”, afirma la también modelo profesional, quien demostró seguridad en el escenario de la elección final, según María del Carmen de Aguayo, directora del Miss Ecuador.

“Si yo le dijera que imaginaba que una de mis hijas podría ser Miss Ecuador le estaría mintiendo. La realidad es que yo no podía imaginar eso. Pero llegó el momento en que fue elegida como Miss Ecuador y créame que fue de gran admiración”, confiesa su padre, Nelcin Mina, quien la acompañó durante la elección final en Quito.

“Ella me daba ánimos y su mente estaba en eso: la corona. Ese carisma y esas ganas la hicieron sobresalir y destacar entre todas”, destaca Andrea Suárez, tercera finalista del Miss Ecuador 2010.

Pero, “tu mundo cambia cuando ganas una corona de reina”, afirma Lady. Una corona que le dio, además, la oportunidad de viajar por primera vez fuera del país.

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Italia y Estados Unidos fueron dos de los destinos que visitó como soberana de la belleza ecuatoriana y en los que pudo acercarse a la comunidad de migrantes.

“Me he podido dar cuenta de que cuando tú tienes un familiar y se va del país, lo primero que piensas es que va a hacer dinero rápido y ya enseguida estás esperando la llamada para saber cuánto te van a enviar. Pero nadie se pregunta realmente el esfuerzo y el trabajo que va a pasar esa persona allá”, dice.

Estos viajes, explica, la han preparado también para su competición en la 59 edición del Miss Universo, cuya gala final de elección será el próximo 23 de agosto en el centro de eventos Mandalay Bay, de Las Vegas.

Acerca de sus expectativas sobre su participación, donde competirá contra representantes de 82 naciones, Lady agrega que la capacitación que ha recibido por parte de la organización del Miss Ecuador ha sido complementada con las conversaciones y consejos de sus instructores, ex reinas, diseñadores, maquilladores y amistades que han estado en ediciones anteriores del torneo.

“Conocer una nueva metrópoli, otras culturas, crear nuevas amistades, ya desde ahí vas pensado que será una gran experiencia”, recalca Lady sobre las expectativas que tiene del concurso y en el que afirma que la obtención de la corona del Miss Universo será una tarea difícil pero no imposible.