La delincuencia y el desempleo son los problemas que más aquejan a los ecuatorianos en la actualidad, al punto de que algunos aseguran que el primer semestre del 2010 fue peor que los años anteriores de Gobierno por esos dos factores.

La inseguridad y la desocupación encabezan las preocupaciones de la encuesta que la empresa Perfiles de Opinión realizó entre el 13 y 14 de julio pasados a 535 personas, con el 37% y 31,20%, en su orden.

La gente atribuye estos males al régimen, según reconoce la propia consultora contratada por el oficialismo: SP Investigación y Estudios halló en su último sondeo que el 48% de los entrevistados responsabiliza al gobierno de Rafael Correa de la problemática que atraviesan.

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La directora de Perfiles de Opinión, Paulina Recalde, comenta que la delincuencia asoma como una constante en las mediciones de la compañía. “El tema de la inseguridad te aboca a una situación de incertidumbre, de peligro latente”.

Ella destaca, sin embargo, que en los últimos años esta sensación ha cobrado más intensidad en Quito. Revela que aunque históricamente los ciudadanos de Guayaquil han expresado más esta preocupación, ahora también crece entre los capitalinos.

El politólogo y director del Centro Andino de Estudios Estratégicos (Cenae), Alexei Páez, cree que esto responde al discurso ambiguo del régimen sobre su política de seguridad ciudadana. Recuerda que cuando el asambleísta Fernando Bustamante (PAIS) fue Ministro de Gobierno afirmó que la inseguridad era solo una percepción, y refiere que la política de fronteras abiertas permite el ingreso de extranjeros con posibles antecedentes delictivos.

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Esta semana, el relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Philip Alston, manifestó su preocupación por los “niveles impresionantes” de inseguridad ciudadana, tasa de homicidios e impunidad. Según el experto, en los últimos 3 años se han presentado alrededor de 450 muertes al estilo sicariato.

Las autoridades de Gobierno aseguran estar preocupadas por esta modalidad de crimen organizado, pero defienden las medidas que en esta administración se han implementado para combatir la delincuencia.

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Entre ellas destacan la compra de equipos (armas, chalecos, camionetas y otros implementos) como parte del Plan de Seguridad Ciudadana para el cual se prevé invertir $ 320 millones hasta el año 2011.

Para el ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh, las estrategias policiales sí están dando resultado y sustenta su afirmación en el descenso en ciertos tipos de delitos, como el robo a locales comerciales.

Admite, no obstante, que hace falta una política más integral en la que participen otras instituciones, como la Función Judicial.

En la encuesta de Perfiles de Opinión un grupo de entrevistados (109 personas de un universo de 535) cree que el primer semestre del 2010 fue peor que los tres años anteriores de Gobierno debido, principalmente, a la delincuencia.

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Aun así, el apoyo a la gestión de Correa –al 13 y 14 de julio– se mantiene alto (70,90%) para ser su cuarto año de administración, reflexiona Recalde.

Ella no cree que la problemática de la inseguridad la afecte, pues explica que la gente sabe que el tema no es de responsabilidad exclusiva del Ejecutivo. Más bien, dice, las personas reconocen las medidas que el régimen aplica para combatir el crimen, pero creen que hay una “debilidad” en el poder Judicial que opaca los esfuerzos.

Sin embargo, no descarta que ciertos factores económicos puedan incidir en la popularidad de Correa. “No hay que perder de vista que si uno suma: desempleo, pobreza e inflación, ese porcentaje (49,30%) supera al 37% de la inseguridad”.

El desempleo es el segundo problema que más aqueja a los consultados por Perfiles de Opinión con 31,20%, y es el tercer motivo que exponen quienes creen que el primer semestre del 2010 fue peor que los años 2007, 2008 y 2009.

En junio pasado la tasa de desempleo cerró en 7,7%, lo que implica una disminución entre el primero y segundo trimestres, ya que en marzo alcanzó el 9,1%, informó esta semana el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Para el Presidente, ese descenso demuestra la reactivación de la economía, pero admite que significaba que casi 400 mil ecuatorianos están buscando trabajo, pues la población económicamente activa del país es de alrededor de cinco millones de personas.