Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Ecuador, Rafael Correa, presenciaron la ceremonia oficial en la que los restos
simbólicos de Manuela Sáenz, compañera sentimental y de batalla de
Bolívar, fueron enterrados junto a los del prócer latinoamericano.

"Simón y Manuela, los dos son la misma cosa: Pasión, fuego patrio que hoy se convierte en llamarada", aseguró Chávez.

Correa expresó que "Manuela nos despierta las conciencias con su ejemplo libertario, nos pone frente a frente de nuestras responsabilidades con la historia. Ella nos dice que no podemos quedarnos en culpar al pasado o al destino, porque el destino los verdaderos revolucionarios tenemos que trazarlo".

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"Esta tierra de Paita no llega sola donde está Bolívar (...) Llegamos con ella a decirle a Bolívar que aquí estamos de pie y no hemos abandonado la pelea", dijo el mandatario ecuatoriano.

La urna con tierra de Paita (Perú), donde la generala (1797-1856) falleció a causa de una epidemia y fue incinerada, fue transportada solemnemente hasta el Panteón de Caracas, donde reposará junto a los restos de Bolívar (1783-1830).

Este reencuentro simbólico entre Manuela Sáenz y el Libertador ha sido celebrado durante días por el gobierno venezolano, que ascendió este lunes a esta "heroína de la independencia" al grado de generala, distinción que ya le fue otorgada en Ecuador en 2007.

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Sáenz, nacida en Ecuador, fue una importante líder de la Independencia de América del Sur y una ardua defensora de los derechos de la mujer antes y después de su encuentro con Simón Bolívar.

Conocida por muchos como "Manuelita", la "Libertadora del Libertador", fue compañera del prócer durante ocho años, hasta la muerte del prócer en 1830.

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Parte de sus "restos simbólicos", en dos cofres, fueron trasladados a Ecuador y Venezuela. Una de las urnas reposa en el "Templo de la Patria", en Quito, y la segunda fue depositada en el Panteón Nacional de Caracas.