La obra Hamlet, del escritor inglés William Shakespeare, la tiene presente desde su juventud y consideró que en algún momento quería ponerla en escena. Y ahora a sus 55 años, el alemán Christoph Baumann se enfrenta a ese montaje.

“Me fascina Shakespeare y casi no se hace la obra del autor más grande del teatro universal en el país, debido a las dificultades de traducción y de los grandes elencos que requieren sus obras. Yo pensé que si no realizaba mi sueño ahora, nunca lo iba a hacer”, enfatiza el actor y director.

Explica que su adaptación de esta obra no difiere en la historia ni en el texto, “solo es más corta, dura 90 minutos”. Y comenta que acortar en sí ya es una interpretación de ese trabajo escénico.

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“Me concentré en el drama de los jóvenes frente al poder. El personaje del narrador se ha plasmado poco a poco como un papel fundamental, no solo cuenta lo que no actúo sino que interfiere y cuestiona a los personajes principales”, agrega Baumann, quien reside desde hace 26 años en Ecuador.

Decidió que los diversos personajes de la obra sean representados por una sola persona, él. “Cuando adaptaba la obra vivía con mi mujer en el monte cerca de La Maná, en la parte tropical de la provincia de Cotopaxi. Este trabajo salió desde la soledad y el silencio, y como ya hice dos monólogos anteriores, Ulises y la máquina de perdices, de Peky Andino; y Padrenuestro, de mi propia autoría, finalmente me lancé a interpretarlo solo. Del universo de Hamlet, que contiene 29 personajes, escogí a los que más me llamaron la atención: Hamlet, El rey Claudius, Polonius y Horacio, en los masculinos; y la reina Gertrudis y Ofelia, los personajes femeninos, son los mas importantes”, cuenta.

En escena, los únicos elementos son un actor, una silla y dos espadas. 90 minutos. Su hija Tiag Camila Baumann Navas trabaja en la parte técnica del montaje. La directora es la artista argentina Susana Pautasso, con quien –menciona– le une una larga amistad.

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El artista alemán manifiesta que trabajar con un texto de Shakespeare requiere de mucha concentración porque su universo es totalmente desbordante en fantasía y acciones secundarias que se entremezclan en la acción principal. “Así tenía que encontrar un camino entre tanta exuberancia de verbo. Esto fue lo más duro pero también provechoso. Todo en este autor es más grande que la vida misma”, acota.

La obra se estrenó en abril del 2009 en Quito. Ha recorrido siete provincias. Y también participó en festivales de Colombia y Ecuador. Ahora llega a Guayaquil en dos funciones que se ofrecen hoy y mañana, a las 19:00, en el auditorio Simón Bolívar, antes MAAC Cine, situado en Malecón y Loja. La entrada es gratuita.

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Baumann expresa que Hamlet continuará su viaje por Cuenca y después a Medellín (Colombia), donde estará en el Festival El Gesto Noble, en el Carmen del Viboral, en el departamento de Antoquia.

Sostiene que trabaja en Tablas sobre Ruedas, un proyecto con el Ministerio de Cultura y la Secretaría Nacional del Migrante (Senami), y los gobiernos locales de doce provincias. “Es un escenario móvil en un camión que va a los sitios donde no va el teatro tradicionalmente. Voy con un grupo de seis jóvenes profesionales del teatro con un montaje de cuentos de las tres regiones del país, y una obra teatral Despertar de primavera que trata de los conflictos de la pubertad”.

El artista alemán trajo antes a Guayaquil la pieza Adiós today.

“Del universo de Hamlet, que contiene 29 personajes, escogí a los que más me llamaron la atención”.

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