La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) se quedaría sin su edificación, en el norte de Quito, porque esa instalación sería revertida al Estado para convertirse en sede de otros grupos sociales.

Así lo confirmó ayer Orlando Pérez, viceministro de la Secretaría de Pueblos y Movimientos Sociales, en declaraciones a Ecuavisa. Según el funcionario, la propuesta es que esa edificación “se convierta en la casa de los pueblos y de las organizaciones indígenas y campesinas del Ecuador”, con lo que se quiere “democratizar, porque (la sede) no puede ser de uso exclusivo de una sola organización”.

La propuesta de Pérez agudiza el conflicto que mantienen el Gobierno y los indígenas, entre otros temas, por la falta de acuerdo para la aprobación del proyecto de la Ley de Aguas.

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Justamente, en este marco, Correa, a su retorno de Argentina, reclamó la sede al señalar que la Conaie debe devolver el edificio, que es de propiedad estatal y que fuera entregado en comodato por 99 años, en 1988, por el entonces Ministerio de Bienestar Social.

El vicepresidente de la Conaie, Miguel Guatemal, precisó ayer que el convenio firmado con el Ejecutivo sigue vigente. El dirigente considera a este pedido del Gobierno como un “ataque político al movimiento indígena”.

Recordó que una funcionaria del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) visitó las instalaciones de la sede indígena y se entregaron los informes respectivos, aunque dijo no recordar la fecha.

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En caso de que tuvieran que abandonar el lugar que actualmente ocupan, según Guatemal, la Conaie tiene otra instalación ubicada en el centro de la ciudad, pero reiteró que se tienen que cumplir el comodato.

Guatamal agregó que se informará a las bases para conocer su posición al respecto.