Lleva catorce años viviendo en Alemania y al presentársele la oportunidad de exponer en la sala Multifuncional del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC) de Guayaquil, el artista ecuatoriano Octavio Ortega decidió elaborar lienzos en los que incluyó los recuerdos de su entorno y costumbres del país de los años setenta, ochenta y noventa.

El color que se mantiene en toda su producción es el azul, al cual define como el que cubre toda su vida. “Mi ciudad natal (Guayaquil) está en la Costa rodeada por mar y el gran cielo que la cubre tiene esplendor, entonces cómo no voy a recoger ese color en mi trabajo”, agrega el artista, quien estudió en el Colegio de Bellas Artes y luego continuó aprendiendo de las artes plásticas en el Art Student Leage de Nueva York, Estados Unidos.

La exposición, que estará abierta en el MAAC hasta el próximo 6 de junio, se titula Colores de Vida-Recuerdos. Comprende pinturas en gran formato elaboradas con acrílico.

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En Ojos de amor, por ejemplo, pinta un corazón, ojos y dos figuras desnudas. El sentido de esta obra, explica, es “fijarse en la pasión, sensualidad y sexualidad que poseen los guayaquileños, sobre todo las mujeres, porque el clima tropical obliga a que lleven poca ropa”.

Otro lienzo de la muestra que trae a Guayaquil retrata un círculo de peces que identifica a la región a la cual pertenece. Asimismo, hay una obra que representa a un shamán, figura característica de algunas etnias que posee el Ecuador.

Además, ha pintado una mariposa que se transforma. “Este dibujo es una analogía con los ecuatorianos, quienes estamos en constante evolución, en permanente cambio, me inspiré en el libro La metamorfosis, de Franz Kafka”, afirma.

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También hay una instalación de fotografías digitales que consiste en la proyección de un collage de imágenes, en el que se observa al artista mientras crea arte erótico en Alemania.

Ortega, quien ha expuesto en Alemania y Holanda, se considera un artista de búsquedas. “Estoy en permanente indagación sobre los materiales que usaré para comunicar mis inquietudes. Así como los periodistas procuran utilizar distintos implementos para comunicar, los pintores también probamos con soportes no convencionales, con nuevas técnicas”, enfatiza.

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Habla portugués, español, italiano, inglés y alemán. En algunas ocasiones que ha regresado a Guayaquil, ha participado en varios proyectos artísticos. Uno de ellos se realizó el año pasado en Espacio Vacío. Fue Todo por 1 yorch, ideado por Xavier Blum.