En el hospital de niños Francisco de Ycaza Bustamante, en el área de cuidados intensivos de Neonatología, una enfermera debe estar pendiente de entre cuatro o cinco pacientes a la vez. Lo óptimo es una profesional por cada dos enfermos.

Así lo refiere la presidenta de la Asociación de Enfermeras de este centro médico, Mónica Saona, quien muestra su preocupación por la falta de profesionales en la ciudad para poder brindar una mejor atención en los hospitales.

Solo en el Francisco de Ycaza Bustamante hay 196 de planta y 30 contratadas; lo ideal, asegura, deberían ser 280.

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Hoy las enfermeras ecuatorianas se unen a la celebración del día mundial –en la fecha que recuerda el nacimiento de la pionera de esta profesión, la británica Florence Nightingale en 1820– mostrando progresos en cuanto a su capacitación y preparación académica (algunas han realizado maestrías y se alistan para ser gerentas en el área de la salud), aunque la falta de profesionales preocupa a Saona sobre el futuro de esta especialidad.

La presidenta de la asociación refiere que esta falencia se sintió cuando se decretó la emergencia nacional en el área de salud, donde hubo recursos económicos pero faltó el personal para la atención.

La presidenta de la Federación Ecuatoriana de enfermeras, Patricia Gavilánez, destaca que la profesión es “más vocación y de servicio” y que “en esta actividad no hay horario, pues hay que trabajar feriados”. Eso podría ser una limitante por la cual los estudiantes que egresan de los colegios no optan por seguir esta carrera.

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“Los estudiantes de ahora prefieren carreras de mayor ingreso económico”, dijo.

La dirigente señala que todavía están en lucha para que se derogue la resolución gubernamental de que las enfermeras deben cumplir ocho horas laborales, cuando anteriormente eran seis.

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A nivel nacional hay 14.000 enfermeras. Gavilánez destacó ayer en una conferencia en el hospital del Seguro Social la importancia de la enfermera.