Las deliberaciones del jurado que analiza la responsabilidad de Keith Phoenix en la muerte del empresario ecuatoriano Diego Sucuzhañay continúan hoy desde las 10:00 en la Corte de Brooklyn.

Para la familia de la víctima y para los diirigentes de la comunidad ecuatoriana que han seguido el juicio desde el comienzo, hoy puede ser el día en que se produzca el veredicto.

Phoenix, un afroamericano que la madrugada del 7 de diciembre de 2008 propinó cinco batazos en la cabeza y el cuerpo del hoy occiso, quien se hallaba indefenso en el piso luego de recibir un botellado por parte de Hakim Scott, afronta diez cargos. Dos de ellos, asesinato en segundo grado como crimen de odio y asesinato en segundo grado, podrían llevarlo a pasar su vida en prisión.

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Scott ya fue declarado culpable de homicidio en primer grado por la muerte de José Sucuzhañay, y de tentativa de homicidio en primer grado por el ataque a Rommel Sucuzhañay, hermano de la víctima. En la mañana del vuernes último el jurado pidió a la juez Patricia DiMango defina con precisión lo que es un "crimen de odio" y que se relea el testimonio del médico forense Michael Greenberg sobre las causas de la muerte del ecuatoriano.

Cerca del mediodía la jueza recibió otra petición: una relectura del testimonio de la enfermera Kimberly Taylor, quien vive a pocos pasos del lugar de suceso y escuchó los gritos de los atacantes y de los agredidos, y pudo apreciar cuando Phoenix descargaba su bate sobre José Sucuzhañay. Fue ella la que llamó al 911 y pidió que se asista a la víctima.

A las cuatro de la tarde y a punto de terminar su sesión el jurado solicitó que se lea una vez más la pericia forense del médico Greenberg para determinar si el empresario ecuatoriano murió a consecuencia del botellazo dado por Scott o por los batazos de Phoenix.

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A nombre de su familia pidió la solidaridad de la comunidad ecuataoriana e hispana. "Espero que dentro sus actividades diarias encuentren el tiempo necesario para apoyarnos en esta causa que no es sólo de mi familia sino de toda nuestra comunidad; porque hoy es mi hermano y mañana puede ser el suyo.

Además,  si donamos un poquito de nuestro tiempo asistiendo a la Corte , podremos enviar juntos un mensaje muy claro a las autoridades de que estamos unidos, que repudiamos los ataques en contra nuestra y que la comunidad se preocupa por sí misma; que no nos quedamos con los brazos cruzados y que no esperamos que alguien de afuera resuelva nuestros problemas" dijo Diego Sucuzhañay.