Cayetano Cedeño Zambrano, el anciano de 95 años de edad que falleció hace pocos días, y quien hace un mes junto a su esposa fue sujeto de un arresto domiciliario ordenado por la Jueza Gina Sosa del Juzgado Segundo de la Niñez de Manta, posiblemente nunca había leído acerca del llamado “efecto Mariposa”. Naturalmente, no tenía tiempo para preocuparse de algo así, mientras otras cuestiones más urgentes le consumían la vida.

La Jueza Gina Sosa, quien dictó el arresto domiciliario basándose en la Ley Reformatoria al Código de la Niñez y Adolescencia que aprobó la Asamblea Legislativa, y recientemente extendió una citación para que los ancianos respondan por un aumento de pensión, seguramente tampoco ha leído nada acerca del “efecto Mariposa”. Ella simplemente creyó que cumpliendo a raja tabla la literalidad de la ley, estaba haciendo prevalecer “el interés superior de los niños”, al menos así lo dice ahora, cuando para justificar su providencia agrega que en ninguna parte del proceso constaba que los “abuelitos estaban enfermos”. Supongo que para la jueza suplente, las emociones impactantes son frecuentes en una persona de 95 años y que, por lo tanto, la orden de arresto domiciliario debería ser asumida por el afectado como algo simplemente temporal y etéreo.

Yo tampoco había leído nada del “efecto Mariposa”, que básicamente señala que la más mínima variación en las condiciones iniciales de un determinado sistema caótico puede provocar que el sistema evolucione en formas completamente diferentes. “El aleteo de una mariposa en Montevideo puede desatar una tormenta en Indonesia”. Ese concepto del llamado “efecto Mariposa” se puede aplicar de forma gráfica en un proceso judicial, una pequeña circunstancia, y en este caso las providencias de la jueza, precipita un hecho no querido pero necesariamente previsto, la muerte de Cayetano Cedeño. La Jueza simplemente cumpliendo la ley, mientras una mariposa negra revoloteaba en su despacho.

Pero seamos claros. Sería injusto achacar toda la responsabilidad al fallo judicial. En el caso presente, una disposición legal originada en la actual Asamblea Legislativa ha posibilitado que muchas demandas por pensión alimenticia sean interpuestas a los abuelos de los hijos menores de edad, ¿plenitud de justicia o adefesio de ley? Ahora, una asambleísta señala que lo ocurrido obliga a una reflexión sobre el tema. Al momento de decidir sobre esta reforma legal, ¿nadie en la Asamblea pensó lo que podría ocurrir en estos casos extremos? El “efecto Mariposa” en su mayor exposición. Pero demasiadas mariposas negras, ese es el problema.