Poco antes de partir de su casa rumbo a la escuela, Kenni Villalba tiene sobre su mesa un vaso con yogur, una tostada y una tortilla de huevo como desayuno. Su mamá, Paola de Villalba, asegura que casi nunca le sirve café al menor (de 7 años) por la cafeína, “lo cual es dañino para mi hijo”; ni las conocidas aguas de monte, porque “no tienen nada de nutritivo”.

De Villalba asegura que siempre aprovecha información sobre las novedades alimenticias, lo cual le ha servido para saber qué es lo que les debe ofrecer a sus vástagos, más aún en el desayuno, “porque es la primera comida del día”.

Por esa razón los padres deben saber qué es lo más saludable para sus hijos en el desayuno, expresa la doctora en Nutrición Jackeline Lasso Mera.

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Señala que lo primero que hay que identificar son los grupos alimenticios en niños: divididos en preescolares (de 4 a 6 años) y escolares (de 7 a 11).

“A un preescolar se le debe ofrecer medio vaso con yogur, una ración de pan blanco o de dulce, unas galletas de sal y media cucharada de mantequilla”, detalla la experta.

Agrega que estos productos se los debe complementar con porciones de frutas picadas, como la sandía o el melón, “pero servidas hasta la mitad de un vaso o de una taza”.

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A los escolares, en cambio, se les debe duplicar esa porción, “porque son niños con mayor actividad y están en plenas edades de crecimiento”.

La doctora sostiene que si no hay una educación nutricional en casa es bastante probable que los niños desarrollen enfermedades como la diabetes o presenten tendencia a ser obesos.

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“Los padres ahora habitúan a los niños a comer como adultos y les dan comida chatarra. Las comidas rápidas tienen exceso de grasas y carbohidratos”, destaca Lasso.

Lorena Espinosa, ingeniera en Nutrición, afirma que el niño debe tener en su desayuno cantidades suficientes de carbohidratos, proteínas y grasas.

“Lo ideal es que el menor tenga en su plato entre el 10% y 15% en proteínas, de 55% a 60% en carbohidratos y entre 25% a 30% en grasas”, dice Espinosa.

Para un niño de 6 años, la ingeniera detalla que su desayuno debe incluir cerca de 320 calorías.

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Ese valor nutricional se consigue brindando proteínas como carne, leche y huevos (estos últimos máximo dos veces a la semana).

Para el consumo de grasas se deben incluir sándwiches de queso o atún, una rebanada de pan con mantequilla de maní e incluso proporcionarle un hot-dog, “porque no se le puede apartar de esas costumbres alimenticias, lo necesario es que no se haga costumbre darles todos los días este tipo de alimentos. Eso sí, no dar bolones, patacones o cosas parecidas, porque contienen un alto valor de grasas saturadas”, manifiesta.

En lo que respecta a carbohidratos, Espinosa recalca que estos son el grupo alimenticio más importante, pues gracias a ellos es que el menor desarrolla la agilidad física y su carácter activo.

Recomienda que se debe evitar el consumo de azúcar, ya que consta entre los carbohidratos malos. “Hay azúcar en los jugos, batidos, en las gaseosas; (en este último) es donde se encuentra un exceso de azúcar, lo cual es perjudicial”, señala.

Espinosa explica que las madres deben conocer sobre los grupos de alimentos para proveer la proporción correcta de alimentos que deben dar.

Asimismo, aconseja que los escolares deben consumir considerables cantidades de agua, tener una dieta equilibrada y fomentarlos a la actividad física.

Para Espinosa, el desayuno ideal para niños de entre 4 y 8 años es un vaso con leche, una porción de cereales con una mínima cantidad de azúcar, frutas como el guineo, la sandía o la manzana; y galletas o roscas con mantequilla de maní.

Es común en algunas familias proporcionarles café a los pequeños como desayuno. La doctora Mariuxi Egas recomienda que no se opte por darle esta bebida a los niños, pues es una sustancia que estimula el sistema nervioso. “Los niños necesitan leche, yogur, ya que los lácteos fortalecen sus huesos y esto ayuda a su crecimiento”, dice.

Agregarle al desayuno rodajas de queso también es bueno, aseguras Egas, “porque los niños necesitan aportes adecuados de calcio y fósforo”.

Textuales

“Los niños necesitan leche, ya que los lácteos fortalecen sus huesos y esto ayuda a su crecimiento”.

“Las comidas rápidas tienen exceso de carbohidratos y grasas”.
 Jackeline Lasso