Las alegaciones finales en el juicio que se sigue contra Jeffrey Conroy, el joven de 19 años acusado de apuñalar fatalmente al inmigrante ecuatoriano Marcelo Lucero el 8 de noviembre del 2008 en la localidad de Patchogue, condado de Suffolk, se inicia hoy en la Corte Criminal de Riverhead, Long Island.

Aunque no se descarta la intervención directa del fiscal titular Thomas J. Spotta, la acusación estará a cargo de la asistente principal de la fiscalía Megan O’Donnel, quien lleva el caso desde el inicio.

El defensor William Keahon tratará de convencer al jurado que no fue su cliente el que apuñaló a Lucero y que la muerte de este se debió a la demora en ser conducido al hospital.

Publicidad

La audiencia genera gran expectativa, especialmente en las organizaciones hispanas pro inmigrantes y en entidades comunitarias ecuatorianas.

Conroy afronta acusaciones de asesinato en segundo grado, homicidio en primer grado, conspiración en pandilla y otros delitos agravados por odio racial que le podrían costar de 25 años a prisión perpetua.

El procesado y otros seis compañeros acostumbraban a reunirse en las noches para salir “a cazar mexicanos” y agredir a hispanos en el condado de Suffolk, donde la violencia racial motivó una investigación federal para determinar la negligencia policial y el discurso antiinmigrante del ejecutivo del condado Steve Levy.

Publicidad

El 8 de noviembre del 2008 el grupo acorraló a Marcelo Lucero y a su amigo Ángel Loja. La víctima trató de defenderse con un cinturón pero fue golpeado por los pandilleros hasta que Conroy, según el parte policial, lo mató de una puñalada.

Conroy confesó el crimen ante la Policía en una declaración escrita y firmada horas después del incidente, pero se declaró inocente durante el juicio alegando que se autoculpó para encubrir a su cómplice, Chris Overton, versión que fue respaldada por el testimonio de su madre, Lory Conroy.

Publicidad

Overton niega haber matado a Lucero y su versión incriminatoria de Conroy es compartida por otros tres miembros de la pandilla de agresores.