Las Damas de Blanco, un grupo de madres y esposas de presos políticos cubanos, realizaron ayer un segundo día de protestas para pedir la libertad de sus familiares y el respeto a los derechos humanos en Cuba, con el rechazo verbal de unos 150 partidarios del gobierno.

La protesta coincidió con el séptimo aniversario de Primavera Negra de marzo del 2003, cuando el gobierno cubano condenó a 75 opositores a entre 6 y 28 años de cárcel, y cuando su historial de derechos humanos es cuestionado en Europa y EE.UU. por la muerte del disidente Orlando Zapata, tras 85 días en huelga de hambre para pedir mejores condiciones de detención, y otra huelga, de Guillermo Fariñas, que pide liberar a presos políticos.

Ayer, el mundo de la cultura hispana se sumó a las denuncias contra el régimen castrista a través de un manifiesto que exige liberar los presos políticos y que se puede encontrar en los blogs orlandozapatatamayo.blogspot.com y firmasjamaylibertad.com/ozt/.

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El escrito tiene 7.000 adhesiones, entre ellas de intelectuales españoles y latinoamericanos, como los escritores Mario Vargas Llosa y Juan Marsé; el director de cine Pedro Almodóvar; los escritores Ángeles Mastretta, Antonio Muñoz Molina, Ana María Matute y Rosa Montero, los cantantes Ana Belén y Víctor Manuel, el filósofo Fernando Savater, entre otros.

El manifiesto pide la libertad inmediata e incondicional de todo preso político y el respeto a los DD.HH; reivindica “el decoro y el valor de Orlando Zapata Tamayo”, y “el respeto a la vida de quienes corren el riesgo de morir como él”.

Por el contrario, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y la Asociación Hermanos Saiz, de escritores y artistas simpatizantes del régimen cubano, llamaron ayer a sus colegas del mundo a “desmarcarse” de la “campaña contra Cuba” y definieron a Zapata como “un delincuente común con probado historial de violencia”, convertido en un lamentable símbolo de la maquinaria anticubana”, por “las corporaciones mediáticas e intereses hegemónicos”.