AP
NUEVA YORK, Estados Unidos.- Al igual que un rompecabezas, un equipo de científicos pudo armar el ADN de un hombre que vivió en Groenlandia hace unos 4.000 años, un hecho pionero que reveló indicios sobre su apariencia, incluso su riesgo de calvicie.

Es el primer genoma de un ser humano de la antigüedad que demuestra el potencial de lo que un experto calificó como máquina del tiempo para aprender sobre la biología de pueblos antiguos.

Los análisis indican que el groenlandés probablemente tenía sangre de tipo A positivo, ojos marrones, piel más oscura que la mayoría de los europeos, posibilidad de calvicie y varias adaptaciones biológicas al clima frío, reportan los investigadores en la edición del jueves de la revista Nature.

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El ADN también indica que el individuo tenía cabello oscuro y espeso, característica que se pudo comprobar directamente, puesto que es de donde se extrajo el material genético.

Lo más importante es que las comparaciones de su ADN con el de los pueblos actuales del Artico arrojaron luz sobre los orígenes misteriosos del grupo cultural del individuo, los Saqqaq, la cultura más antigua conocida en Groenlandia. Los resultados señalan que sus antepasados emigraron de Siberia hace unos 5.500 años.

No está claro cómo ni por qué emigraron, dijo Eske Willerslev, de la Universidad de Copenhague en Dinamarca, un autor del informe. El análisis indica que los Saqqaq, hoy desaparecidos, no fueron antepasados directos de los actuales inuit ni de los americanos nativos, afirmó.

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Los investigadores denominaron al individuo inuk, que en groenlandés significa ser humano u  hombre.

El ADN se extrajo de un mechón de cabellos excavados en 1986 del permafrost en la costa oeste de Groenlandia, al norte del círculo ártico. Los miles de años que estuvo congelado permitieron preservar el material genético, pero la mayoría de los restos de seres humanos antiguos proviene de lugares más cálidos con menos posibilidad de preservación.

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De todos modos Willerslev cree que muchas muestras de cabellos de distintos lugares del mundo, quizás de momias sudamericanas o especímenes de colecciones, probablemente podrían usarse para reconstruir el genoma.

En años recientes, los científicos han reconstruido al menos versiones preliminares de genomas de otras especies a partir de ADN mucho más antiguo. Uno usó ADN de mamuts lanudos de hace 18.000 años y 58.000 años. El borrador del genoma de un Neanderthal revelado el año pasado usó ADN de tres individuos de hace 40.000 años.

En la Internet:
Nature