Los alcaldes de Pelileo, Patate, Tisaleo, Cevallos, Baños, Mocha, Quero y Ambato, de Tungurahua; Penipe y Guano, de Chimborazo, solicitarán al Gobierno la declaratoria de emergencia para los sectores incluidos en la zona considerada de alto riesgo, por el proceso eruptivo del volcán Tungurahua.

El pedido se exteriorizó ayer tras la reunión que mantuvieron los personeros con técnicos del Instituto Geofísico (IG) en el observatorio de Guadalupe.

Allí, Jorge Bustillos, del IG, informó detalles del aumento de la actividad a nivel moderado, caracterizado por el incremento acelerado así como cíclico, con subidas y bajadas desde el pasado 3 de enero, luego de  seis meses de calma.

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Los alcaldes acuden hoy a la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR). en Quito, en donde solicitarán la declaratoria de emergencia; “esto permitirá realizar acciones preventivas en comunidades en donde se comienzan a sentir los efectos del aumento de la actividad”, dijo Manuel Caizabanda, alcalde de Pelileo y presidente del Consorcio de Municipalidades de Tungurahua.

Explicó que en algunas poblaciones que cae ceniza en poco tiempo se comenzarán a ver los efectos en la agricultura, por lo que no esperarán que ello acontezca para recién canalizar los pedidos al Gobierno.

Caizabanda dijo que no importa si los recursos se canalizan a través de los municipios o por los ministerios, “lo que interesa es que se lo haga de manera urgente y, sobre todo, fuera de cualquier interés de tipo político”.
Hugo Pineda, alcalde de Baños, también fue partidario de solicitar que los recursos y la atención se realicen de manera urgente.

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Bustillos informó que el domingo pasado realizó un recorrido por la zona noroccidental hasta el suroccidente del volcán, en donde constató la caída de ceniza fina, blanca, como cemento, lo que indica que sale superficialmente, esto revela que mientras sale el vapor acarrea material que se encuentra acumulado en el cráter.

El técnico advirtió que según los parámetros que se monitorean no se indica que haya un incremento más rápido o energético que vaya a desencadenar en erupciones como se registraron en julio del 2006 o agosto del 2008.

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Agregó que se hace una evaluación y se esperará un poco más de tiempo para saber si el tipo cíclico, de aumento y descenso de la actividad se mantiene o va a cambiar.