Con combos, palas, picos y machetes, unos 30 comuneros del recinto El Vergel, en el cantón Quinindé, destruyeron una represa que ellos solicitaron que les construya el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (Magap) para afrontar las épocas de sequía.

La obra estaba ubicada en el estero El Achiote. Según indicaron los comuneros, les perjudicaba porque cuando se les ofreció la represa un año atrás para acaparar agua que les permita subsistir, ellos aceptaron sin presagiar que esa infraestructura iba a amenazar a todo el poblado meses más tarde.

Las 83 familias que habitan en el sector dijeron que la infraestructura, construida con muros de gaviones, de 10 metros de largo, por 2 de ancho y 1,20 de altura, nunca funcionó porque había filtraciones y el agua no se almacenaba.

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Desde hace quince días, las lluvias volvieron a Quinindé y con ello se desnudó una alarmante amenaza para el poblado, ya que el estero El Achiote aumentó considerablemente su caudal y el agua empezó a represarse y a amenazar el puente peatonal, la cancha deportiva y varias viviendas del poblado.

El caudal de agua empezó a carcomer parte del terraplén donde está la escuela y ante la falta de una respuesta del Magap, en la tarde del viernes, los habitantes destruyeron la represa para evitar más daños.