“La lectura es el camino para unir a la familia”, fue la razón que dieron los miembros de un equipo integrado por padre, madre e hija para intervenir en el Concurso de Lectura que organizan la Fundación EL UNIVERSO y la Sociedad de Fomento de la Lectura, por segunda vez. Este año, el concurso es sobre los cuentos de Édgar Allan Poe, partiendo de los que publicó el Diario EL UNIVERSO, en conmemoración del bicentenario de su nacimiento e incorporando otras obras del autor.

Intervendrán veintiún equipos integrados por tres personas cada uno, es decir concursarán sesenta y tres personas, de distintas edades, aunque la mayoría son muy jóvenes, de distintas profesiones e intereses. Los equipos se formaron de diversas maneras. La mayoría son integrados por amigos, pero hay uno de personas que no se conocían, que llegaron a decir que querían inscribirse pero no tenían con quien y se encontraron con otros en igualdad de condiciones, decidieron entonces que las lecturas los una. En otro caso se inscribió una joven con sus amigas, pero esto motivó a los padres a formar otro equipo.

Las razones por las que leen son diversas: porque es un placer, porque les gusta la interacción entre el autor y el lector, porque en un libro siempre se encuentran preguntas y respuestas, porque se aprende mucho, pero siempre por el deleite de hacerlo.

La verdad es que si leyéramos más. estaríamos mejor equipados para la vida y sobre todo para la vida en sociedad. Sabríamos que la historia está llena de hechos, testimonios y palabras que no debemos permitir que se repitan.
Conoceríamos que el mundo es uno y plural y que todas las culturas merecen espacio y respeto. Habríamos aprendido que se puede crecer en democracia o fingir que lo hacemos. Hubiéramos descubierto que la palabra es un instrumento que sirve, ciertamente, para expresar amor y ternura, pero también odio y resentimiento. Estaríamos convencidos de que nada hay mejor que la circulación de las ideas para crecer como individuos y como sociedad. Supiéramos que en los libros podemos recuperar la memoria histórica que necesitamos para avanzar hacia el porvenir.

Si leyéramos más, seríamos más creativos, capaces de inventar nuevas realidades y no solo repetirnos. Si leyéramos más seríamos mejores profesionales: los maestros entenderían mejor su misión, los políticos respetarían más la palabra y harían menos demagogia, los ciudadanos seríamos más críticos y exigentes con nosotros mismos y con nuestras autoridades, los jardineros aprenderían más sobre el cultivo de las rosas.

Si leyéramos más, hubiéramos aprendido lo que realmente significa la libertad y que la historia está llena de la vergüenza que producen las acciones que la coartan.

Si leyéramos más, hubiéramos aprendido el valor de la palabra y defenderíamos nuestro derecho a ejercerla. Si leyéramos más, sabríamos que el pensamiento único es la mejor manera de impedir que una sociedad progrese y que los seres humanos ejerzan su derecho a pensar. Si leyéramos más...