El Presidente de la República critica a la prensa por no haber cuestionado al Alcalde de Guayaquil y sus comités de ciudadanos y en cambio sí haber criticado los comités gobiernistas.

Por lo visto el Primer Mandatario no comprendió la preocupación que se produjo cuando, del brazo del dictador Raúl Castro, anunció que formaría miles de comités para defenderse de la oposición. Nadie ignora que esos comités en Cuba han sido instrumentos  para espiar y amedrentar. Por lo tanto, que un Presidente que constantemente irrespeta las leyes e insulta, los promueva, inevitablemente debía ser interpretado como un anuncio de nuevos ataques contra la oposición. Nada tiene de extraño, en esas condiciones, que los sectores que no comulgan con este Gobierno, hayan decidido organizarse.

Un funcionario público insulta y amenaza con un garrote “revolucionario” a su vecino. ¿Habrá cómo criticar a ese ciudadano si no le contesta, pero toma la precaución de asegurar sus puertas y ventanas?