Juanita, la hermana menor de Fidel y Raúl Castro, trabajó de forma encubierta para la CIA a inicios de la década de 1960, ayudando bajo el seudónimo de "Donna" a opositores a escapar de la cárcel y fusilamientos en Cuba, dijo en sus memorias publicadas el lunes.

Revelando lo que editores llamaron un secreto bien guardado durante cuatro décadas, Juanita Castro describe en su libro cómo fue reclutada en La Habana por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos dos años después de la revolución de 1959 liderada por sus hermanos, a quienes inicialmente apoyó.

Ni el Gobierno estadounidense ni el cubano reaccionaron de forma inmediata a su revelación.

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Juanita Castro, de 76 años, rompió públicamente en 1964 con el Gobierno cubano, encabezado por su hermano Fidel, después de marcharse a México. Luego se exilió en Miami, desde donde siguió siendo una fuerte crítica del sistema comunista de la isla.

En sus memorias tituladas "Mis hermanos Fidel y Raúl. La historia secreta", dijo a la periodista mexicana María Antonieta Collins, que rápidamente se desilusionó con el Gobierno de Fidel Castro en Cuba porque incrementó la persecución a los opositores y se encaminó hacia el comunismo.

Dijo que Fidel Castro la había "traicionado" a ella y a otros cubanos por abandonar la revolución democrática nacionalista que había prometido e implantar un Estado marxista en Cuba.

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Juanita Castro cuenta en su libro que fue reclutada por su amiga Virginia Leitao da Cunha, esposa del entonces embajador de Brasil en Cuba, que en 1958 le había dado refugio a ella y otros revolucionarios seguidores de Castro durante la lucha armada para derrocar al dictador Fulgencio Batista.

Dijo también que en una reunión con un oficial estadounidense de la CIA llamado "Enrique" en un hotel de la Ciudad de México en 1961 se le asignó el seudónimo de "Donna" para enviar mensajes en clave con una radio en onda corta y recibir instrucciones de sus agentes de control en la Agencia.

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El convaleciente ex mandatario Fidel Castro, de 83 años, quien el pasado año fue reemplazado en la presidencia por su hermano menor Raúl, de 78, considera a la CIA su archienemigo. Según Castro, la agencia estadounidense ha estado detrás de la mayoría de los 600 intentos de asesinato.

Juanita Castro relata en sus memorias que aceptó trabajar para la CIA bajo las narices de sus hermanos con la condición de no participar en ningún acto violento contra ellos u otros miembros de su gobierno.

"¿Tuve remordimientos por traicionar a Fidel al aceptar reunirme con sus enemigos?". No, por una sencilla razón: yo no lo traicioné a él. El fue quien me traicionó a mí", escribió en el libro de 432 páginas publicado en español por el Grupo Santillana.

"Necesidad de poder"
"El nos traicionó a los miles que sufrimos y peleamos por la revolución que nos ofrecía, la que era generosa y justa, y que traería paz y democracia para Cuba, y que, como él mismo nos prometió, sería tan cubana como las palmas", escribió.

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En el libro describe cómo, siguiendo instrucciones de la CIA que a menudo recogía en un punto de una carretera aislada, ayudó a personas perseguidas por la policía secreta de Fidel Castro a evitar su captura, prisión y posible ejecución.

Algunos se refugiaron en la casa donde vivía con su madre Lina Ruz, también la madre de Fidel y Raúl Castro. Lina, que también ayudó a algunos amigos perseguidos a escapar, murió en 1963, dijo Juanita Castro.

En el libro cuenta su asombro cuando Fidel Castro, que había negado públicamente ser comunista, declaró el 2 de diciembre de 1961 que era marxista leninista y lo seguiría siendo el resto de su vida.

"El cambio radical de Fidel al comunismo no fue por convicciones políticas, sino simplemente por la necesidad de tener poder, que es lo que siempre le ha importado", dijo.