El gobernador venezolano César Pérez Vivas denunció el lunes la presencia de campamentos de irregulares colombianos en el estado Táchira, fronterizo con Colombia, donde este fin de semana fueron encontrados los cadáveres de diez personas ajusticiadas.

Según Pérez Vivas, en el estado Táchira hay "campamentos instalados con grupos de unos 500 hombres cada uno", de organizaciones irregulares de origen colombiano que no identificó.

En una rueda de prensa, el gobernador, del opositor partido socialcristiano Copei, sostuvo que el domingo recorrió "todo el territorio montañoso vecino a la presa de Uribante, y no había ni un funcionario militar en ninguno de los puntos de esa geografía".

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"Mientras (esos lugares) están despejados de la Fuerza Armada venezolana, eso está tomado por ese grupo armado de origen colombiano que está ubicado allí con el pleno conocimiento del gobierno nacional", aseveró.

El gobernador se refirió al caso del asesinato de ocho colombianos, un peruano y un venezolano, cuyos cadáveres fueron hallados el sábado pasado luego de que fueron secuestrados el pasado 11 de octubre cuando jugaban un partido de fútbol en la población de Chururú, municipio Fernández Feo del estado Táchira.

Según Pérez Vivas, los testimonios de los vecinos indican que el secuestro fue realizado por un grupo que iba "uniformado de verde olivo, con indumentarias identificadas con la cara del Che Guevara, con equipos de radiotransmisión y armas largas".

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"Este no es el único caso de hostigamiento, de presencia de este grupo armado", insistió el gobernador, al subrayar que sea de "la guerrilla colombiana, paramilitares, o cualquiera que fuere su naturaleza tienen que ser sometidos a la ley".

Tras el descubrimiento de los cadáveres, el vicepresidente y ministro de la Defensa de Venezuela, Ramón Carrizález, aseguró el domingo que se incrementará la presencia militar en zona limítrofe "contra cualquier grupo irregular que quiera hacer vida en la región fronteriza".