Decenas de conductores encuentran que tienen multas cuando acuden a Matriculación de la CTG. Así lo reflejó un sondeo de este Diario. Los sancionados dijeron que los vigilantes no les notificaron las faltas.

Jaime Velázquez, director de la CTG, dice que estos están autorizados por la ley para aplicar multas en ausencia del conductor, en el caso de vehículos mal estacionados. Se pega un adhesivo, explica, como detalla la Ley de Tránsito (art. 179), pero la norma indica que la multa deberá ser remitida al domicilio.

Esto no se cumple porque las direcciones no coinciden, dice Velázquez y revela que 84.408 conductores han sido multados en lo que va del año.

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Cuando circula por las calles de Guayaquil en su  auto Kia Picanto, Gonzalo Paredes Ibarra, profesor de 49 años, está atento a que ningún vigilante anote la placa de su vehículo.

El catedrático, vicerrector (e) del colegio Aguirre Abad, está convencido de que algunos uniformados anotan al azar las placas para emitir citaciones sin fundamentos. “Tampoco avisan a los conductores sobre la supuesta infracción, solo la hacen”, critica Paredes, quien el pasado 13 de septiembre pagó seis de esas citaciones cuando acudió a la CTG a renovar su licencia de conducir.

“Todas  eran sanciones por parquear en sitio prohibido, pero de ninguna me enteré hasta ese momento”, cuenta el profesor, quien inclusive asegura que una de ellas fue emitida  cuando  su vehículo no estaba en el país. “Para esa fecha, el 29 de marzo,  estaba en Colombia con mi vehículo. No me explico cómo pueden citar a un automóvil que no está en la ciudad”.

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Un caso similar es el de Ángel Oyala, quien maneja un Lada del año 2006. Él pagó ocho citaciones del 2008 cuando matriculó su vehículo. Oyala tampoco sabía de las multas.

Ahora siente temor de acercarse a matricular su carro. “No sé con cuántas multas  invisibles  me saldrán allá”, señala. 

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Según un sondeo realizado en los patios de matriculación norte de la CTG, seis de  cada diez  conductores encuestados aseguraron haber tenido el mismo problema. “Esto es una ridiculez”, recriminaba el español José Alfonso Pons a  Bolívar Guevara, quien el  pasado 23 de septiembre lo atendió en la  garita  3 de matriculación norte.

Pons deseaba matricular su auto Subaru, pero Guevara le indicó que otro vehículo, que también estaba a su nombre, una camioneta doble cabina, tenía dos multas vencidas y por eso no podía realizar el trámite de su primer automotor.

El extranjero aseguró que nunca supo de esas citaciones hasta ese momento. “Esa camioneta pasa metida en una hacienda. Este es un país de bandoleros...”, gritó indignado el ciudadano español mientras se marchaba con su carro.

 Antonio Rivas pagó $ 36  cuando fue a matricular su camioneta nueva, una Chevrolet Luv D-Max. Mientras, que William Tigüa dijo sentirse “asaltado y sin opción a la defensa” al tener que pagar $ 110  por multas que, según él, no cometió. 

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Martín Tenorio, otro conductor,  asegura que su derecho de impugnar la citación fue violado, porque,  no fue notificado, como indica la Ley de Tránsito en su artículo 178, que da tres días para el reclamo.

 Por esto, él y un grupo de 70 personas recogen firmas para enviarlas a la Asamblea Nacional  para pedir que la  Policía Nacional sea la institución que se encargue del tránsito en esta provincia.

‘Adhesivo es la notificación’
Jaime Velázquez, director ejecutivo de la CTG, asegura que los  vigilantes están autorizados por la Ley para multar a un vehículo sin  necesidad de la presencia del conductor, en el caso de estar mal estacionado.

Para notificarle, explica el funcionario, se le pega un adhesivo en una parte visible del auto, como los detalla el artículo 179 de la Ley de Tránsito.

Velázquez revela que en lo que va del año se han citado por esa infracción a 84.408 conductores, aunque admite que no lleva estadísticas de cuántos de ellos no estuvieron presentes durante la infracción.

Carlos Morales, juez quinto de Tránsito, considera que los reclamos de los conductores  son de carácter administrativo y deben ser dirigidos a la CTG, en el caso de la contravención por  parquearse en un lugar prohibido, sin embargo, califica de “arbitrarias”  a otras contravenciones que tampoco son notificadas, según los afectados,  como tocar el pito o girar en U. “El vigilante debe hacerlos parar y emitirles la boleta”, dice
 El artículo 179 detalla qué hacer   si el vigilante no entrega la boleta. “En caso de que no se pueda entregar la boleta personalmente, esta de ser posible se remitirá al domicilio del propietario del vehículo en un plazo no mayor de 72 horas”.

 Elvis Santana afirma que ninguna boleta llegó a su casa y que este año tuvo que pagar $ 130 en multas por uso indebido del pito, mal parqueo y girar en U. “Por salir del trámite uno cede y tiene que pagar”, critica.

Velázquez acepta que en la mayoría de los casos en que los uniformados no alcanzan a entregar las boletas, estás no llegan a sus domicilios como dice la ley, pero se justifica: “Las direcciones que constan en las bases de datos no son correctas, a veces por los cambios de propietarios de los vehículos”.    
  
El funcionario señala que los  conductores que crean  que fueron  sancionados sin motivo pueden enviar una carta a la dirección ejecutiva de la CTG para investigar, y si se comprueba que tienen razón, se les devolverá el dinero y los puntos.

Cifras
Estadísticas CTG

161 mil

7.174
Multas. Ha emitido la CTG por películas antisolares.

Textuales
Sanciones

Carlos Montesdeoca
Conductor