Mientras la dirigencia provincial de la Unión Nacional de Educadores (UNE) planificaba ayer la Gran Marcha de las Cacerolas Vacías, que se realiza hoy, los alumnos del colegio Francisco de Orellana exigían con piedras y palos el regreso de la ex rectora Germania Mestanza, destituida el lunes.

Las jornadas de violencia en colegios de Guayaquil, que comenzaron el lunes con el levantamiento de los estudiantes del Aguirre Abad y del Francisco de Orellana, y que continuaron ayer, se acentúan pese a la presencia permanente de la policía en el exterior de los planteles.

Ayer, por dos ocasiones, miembros de la Policía ingresaron al colegio Francisco de Orellana, al sur de Guayaquil, en un operativo para controlar a los estudiantes que, según dijeron, intentaron agredir a la rectora (e), María Angélica Molina. Pasadas las 08:00, en su primer ingreso, fue detenido Brian Espinoza, presidente del Consejo Estudiantil, acusado de “alterar el orden público e incitar a la revuelta”, según Carlos Blanco, jefe del operativo. Otro menor resultó herido con un golpe en la cabeza.

Publicidad

“Si los estudiantes agreden, obviamente esa es una actitud que responde a una decisión personal y todas las actitudes que realizamos tienen una consecuencia y hay que aprender a asumir las consecuencias”, sostuvo Mónica Franco, subsecretaria de Educación, al ser cuestionada por el procedimiento de la Policía.

Añadió que como Gobierno Nacional “estamos empeñados en dejar atrás esta negra página en la que los estudiantes se han convertido en actores de hechos vandálicos movidos por un grupo político”.

Pasadas las 10:00, un grupo de estudiantes nuevamente lanzó piedras a la Policía y quemó palos en los patios exigiendo la libertad de Espinoza. También lanzaron bancas a la calle.

Publicidad

Luego de unos diez minutos de iniciados los incidentes, el intendente de Policía, Julio César Quiñónez, dio la orden a los gendarmes para que ingresaran al establecimiento, luego de  un cruce verbal con padres de familia que pedían que no se tratara a los adolescentes como delincuentes.

Dentro del plantel, los efectivos sacaron a los alumnos de las aulas y les pidieron que se fueran a sus casas.

Publicidad

William Pazmiño, presidente de la UNE-Guayas, rechazó “la brutal y agresiva actitud de la Policía Nacional”, por la que responsabilizó al ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh.

Los maestros salen hoy a las calles, con el apoyo de estudiantes universitarios, “en contra de la prepotencia del Gobierno”. En Guayaquil, la marcha partirá  a las 11:00 desde la av. Nueve de Octubre y Lorenzo de Garaycoa. 

Pazmiño advirtió que si el Gobierno los intenta reprimir con violencia “nosotros responderemos con puñete, con palo”.