Los diez días de paro indefinido de la Unión Nacional de Educadores (UNE) dejaron al menos 116 detenidos en cinco provincias (la mayoría estudiantes), según datos de la Policía Nacional. Los uniformados han justificado las aprehensiones con dos argumentos: la suspensión de un servicio público, como es la educación, o por daños a la propiedad.

A esto se suma la apertura de sumarios administrativos (investigación de acusaciones) contra docentes, heridos y la remoción de ocho autoridades educativas de sus cargos.

En Quito, los enfrentamientos se repitieron ayer, dejando al menos dos heridos y tres detenidos. Estudiantes del Colegio Central Técnico confrontaron con la fuerza pública por más de tres horas en las que mutuamente se arrojaron bombas lacrimógenas.

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En un momento, los alumnos abandonaron las calles para refugiarse dentro del plantel, desde donde lanzaban piedras a los gendarmes. Los detenidos, según la Policía, fueron trasladados a la Dinapen.

Sin embargo, los manifestantes dieron versiones contradictorias sobre el motivo por el que enfrentaban a los agentes. Unos indicaron que era en apoyo al paro de la UNE, pero otros insistieron que debían reanudarse las clases.

La UNE promueve la suspensión de clases para expresar su rechazo contra las políticas educativas del Gobierno.

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El régimen considera que el paro es un fracaso, pero la dirigencia asegura que la adhesión de establecimientos es progresiva. Ratificó que las protestas continuarán la próxima semana y por ello hoy en Quito el Consejo Nacional de la UNE  decidirá nuevas medidas.

En tanto, en Guayaquil la tensión bajó, luego de que por dos días consecutivos varias calles del centro fueron escenarios del cruce de bombas entre manifestantes y la Policía.

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Ayer no hubo movilizaciones, pero sí un plantón en el que participaron cerca de 40 estudiantes de la Universidad de Guayaquil. Alrededor de las 10:30 bloquearon la av. Delta, con la quema de llantas.

A la cabeza estaba Galo Mindiola, vicepresidente nacional de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), quien señaló que la medida era para rechazar la detención de quince compañeros, registrada el pasado jueves.

Ese día, en medio de disturbios que se extendieron desde la av. 9 de Octubre hasta el Malecón, los jóvenes fueron aprehendidos por la Policía que denunció que se hallaron bombas molotov y dinamita.

“La Policía tendrá que demostrar que los estudiantes lanzaron eso”, refutó Mindiola, que anunció que la próxima semana convocarán a nuevas concentraciones.

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El Gobierno, a través del ministro coordinador de la Política, Ricardo Patiño, ratificó ayer su voluntad de resolver la situación. “El Gobierno está abierto al diálogo y por ello estamos aquí, pero no vamos a ceder ante amenazas de  unos cuantos que no quieren el cambio en la educación”, sostuvo luego de una cita con universitarios.

Directora
Mediante Acuerdo 389-09, del 23 de septiembre pasado, el Ministerio de Educación removió a la rectora del colegio Francisco de Orellana de Guayaquil, Germania Mestanza. Quedó encargada María Angélica Freire.