Fuerzas de seguridad disolvieron ayer una multitudinaria marcha a favor del derrocado presidente Manuel Zelaya (refugiado en la embajada de Brasil) con gases lacrimógenos, garrotazos y otros proyectiles, mientras la convulsión en Tegucigalpa crecía tras registrarse dos muertes, saqueos a negocios y disturbios.

Entre la noche del martes y la madrugada de ayer, grupos de ciudadanos desafiaron el toque de queda impuesto desde el lunes y se enfrentaron con autoridades en al menos 50 lugares distintos, en incidentes que dejaron al menos 113 detenidos, se informó oficialmente.

La Policía reportó que un adolescente herido de bala la noche del martes murió después en un hospital público. El otro muerto es un activista del movimiento de resistencia  que participaba en una protesta.

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El gobierno de facto anunció que suspenderá a partir de las 06:00 de hoy el toque de queda que mantiene por tres días.

En un comunicado difundido por cadena de radio y televisión se indicó que “los empleados públicos y  la población en general que mañana (hoy) tienen que incorporarse a sus labores y actividades normales”.

Zelaya, derrocado el 28 de junio, denunció que el gobierno de facto está  bombardeando (la embajada brasileña) con químicos y con señales electrónicas de alta frecuencia “que nos están afectando la salud a todos”. Dijo que dentro del recinto hay unas 100 personas, después que más de 160 optaron por salir.

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“En la víspera  decían que iban a asaltarnos en la embajada y que iban a declarar un suicidio de mi parte. Yo denuncio ante la comunidad internacional que José Manuel Zelaya Rosales no se está suicidando”, añadió. El gobierno de facto ha negado que intente asaltar el lugar.

Zelaya también declaró ayer que espera dialogar con el gobernante de facto Roberto Micheletti para solucionar la crisis. Micheletti expresó que estaba dispuesto a dialogar con Zelaya, siempre que este reconozca las elecciones presidenciales del 29 de noviembre.

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Sin embargo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, determinó ayer que las condiciones para organizar elecciones en Honduras no están reunidas y anunció el retiro de la asistencia electoral.

Según Zelaya en Honduras “hay escuadrones de la muerte”, que el mundo no conoce.

Regresan diplomáticos
Los embajadores latinoamericanos y europeos que abandonaron Tegucigalpa regresarán a Honduras para promover el diálogo y tratar de evitar una explosión social, informó ayer la Organización de Estados Americanos (OEA).

“Lo importante es evitar  el desbordamiento en la embajada de Brasil, donde se asiló Zelaya”, dijo el canciller español Miguel Ángel Moratinos, tras reunirse con el secretario  de la OEA, José Miguel Insulza.

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Amnistía Internacional y la Federación Internacional de Derechos Humanos advirtieron sobre violaciones a los derechos humanos perpetradas contra los seguidores de Zelaya, mientras que la Sociedad Interamericana de Prensa y Reporteros Sin Fronteras alertaron de nuevas restricciones de la libertad de prensa.