"Nunca más bases extranjeras en territorio ecuatoriano, nunca más una venta de la bandera", declaró el canciller ecuatoriano, Fander Falconí, en una ceremonia realizada en la propia base, en la cual Ecuador asumió el control del Puesto de Operaciones Avanzadas (FOL, por su sigla en inglés).

El canciller insistió en las críticas del gobierno del presidente Rafael Correa a la concesión en 1999 de una parte de la base de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) en Manta para que Washington realizara actividades aéreas antinarcóticos.

"No tuvieron escrúpulos en subordinar la soberanía del Ecuador", dijo el diplomático, según declaraciones divulgadas por la presidencia de la República.

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"La salida del FOL es un triunfo de la soberanía nacional y de la paz", añadió en el mensaje gubernamental.

En el acto también participaron los ministros de Defensa, Javier Ponce, y de Seguridad, Miguel Carvajal.

"Nos sentimos bastante satisfechos porque recuperamos plenamente la soberanía sobre todas la instalaciones" del FOL, dijo previamente Carvajal.

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Añadió que la decisión de Quito de no renovar el convenio implica "la concreción de una política del gobierno que no quiere ni presencia ni instalaciones de fuerzas militares extranjeras de ningún tipo y bajo ningún concepto en territorio ecuatoriano".

Luego de que el 17 de julio realizara el último vuelo antinarcóticos desde Manta, Estados Unidos entregó el viernes a Ecuador el FOL, cuya concesión es duramente cuestionada por el presidente Correa que en julio de 2008 anunció que no renovaría el acuerdo.

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La base militar está ubicada junto al puerto pesquero de Manta, en el sudeste del país, y era operada desde hace diez años por Estados Unidos para la lucha antidrogas.