Uruguay se convirtió ayer en el primer país latinoamericano en legalizar la adopción de niños por parejas homosexuales, tras la aprobación definitiva del proyecto por el Senado, algo que rechaza la Iglesia y parte de la oposición política.

La iniciativa estaba contenida en el proyecto de reforma del Código de la Niñez y la Adolescencia. Ahora, el proyecto será remitido al Poder Ejecutivo para que sea promulgado, tras lo cual entrará en vigencia.

El cambio más notorio es el nuevo rol que se le brinda al Instituto del Niño y del Adolescente que será el encargado de elaborar el sistema de adopción de niños con esta reforma.

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La aprobación se produjo por 17 votos en 23 senadores presentes, la mayoría oficialista del Frente Amplio y dos del partido Colorado. La cámara de diputados tiene 31 miembros.

En agosto había sido aprobada por la Cámara de Diputados por 40 de 53 legisladores presentes, de un total de 99 legisladores. Los diputados introdujeron enmiendas por lo que retornó al Senado.

Esta ley viene a completar la sanción de leyes controversiales, como la de unión concubinaria y una segunda ley que abolió la prohibición para que homosexuales pudieran ingresar a las Fuerzas Armadas.

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El arzobispo de Montevideo, monseñor Nicolás Cotugno, había declarado que el tema de la adopción de niños por parte de parejas homosexuales no es un tema de religión, de filosofía o de sociología. “Es algo que refiere esencialmente al respeto de la misma naturaleza humana y consiguientemente es ir contra los derechos fundamentales del ser humano en cuanto a persona”.

La senadora Margarita Percovich, que presentó el proyecto, dijo que “es una importante adecuación a la Convención de los derechos del niño, porque afianza los procesos de adopción, cambio de familia y, evita el tráfico de niños”.