El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó la forma en que se condujo el ecuatoriano Rafael Correa para llevar adelante el dilatado debate de la cumbre extraordinaria de la Unasur.

El reproche de Lula surgió luego de que Correa propusiera un receso de treinta minutos para que los cancilleres acordaran el contenido de la resolución final de la cita, que ya lleva algo más de seis horas de deliberaciones tensas.

"Ya me tendría que haber ido. Si todos hubieran hablado cuando lo tenían que hacer, no tendríamos que tener una segunda fase de la reunión", se quejó Lula.

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El brasileño criticó a Correa, que ejerce la presidencia temporal de Unasur, por dejar para una segunda intervención y no para sus palabras de apertura de la sesión una exposición que reavivó las discusiones que parecían tomar buen curso.

En esa intervención, el mandatario ecuatoriano tuvo un tono muy crítico sobre el Gobierno del colombiano Álvaro Uribe, quien tras la intervención de Correa se tomó un largo rato para contestarle.

"El problema es tu último discurso, debería haber sido el primero, pues era un discurso que tenías interés en hacer, que tenía sustancia para discutir el tema de las bases en colombianas", le espetó Lula a Correa.

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El gobernante brasileño dijo no creer en la validez de las transmisiones de los debates en vivo y en directo, tal como lo pidió Colombia y a lo que el resto de los países accedió.

"Cada uno hablando a su público no tiene buen resultado. Lo que le interesa al público es un resultado final y no la retórica. No tenemos el derecho de estar un día entero discutiendo", afirmó Lula.

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"Creo que si un presidente intenta imponerle a otro su verdad, no no vamos a tener un documento y me preocupa lo que va a salir en la prensa mañana sobre esta reunión de Unasur. Ya se fue (el uruguayo) Tabaré Vázquez y (el peruano) Alan García y dentro de pocos vamos a quedar solo dos o tres presidentes para tomar una decisión", añadió.

Algo molesto, Correa planteó que él sólo intervino una sola vez en el plenario y consideró que era "irreal plantear tres horas de debate para algo tan profundo".

"Y lo que menos me interesa es lo que diga la prensa, sino lograr consensos", apuntó Correa, quien finalmente propuso un receso de cinco minutos, tras el cual retomaron la sesión para anunciar la declaración final.