Crónica de un visado negado. Así se puede titular la historia de cualquier inmigrante ecuatoriano que decide invitar a un familiar a España y ve cómo se trunca su anhelo en el Consulado de España en Quito.

Le ocurrió a la balzareña Maribel Cedeño Villamar, que desde hace nueve años reside en Sabadell, ciudad situada a 22 km de Barcelona. La mujer hizo una promesa antes de dejar su país: le dijo a su sobrino Jorge que cuando sea mayor lo traería a España por vacaciones.

En ese entonces, Jorge tenía 10 años y vivía en la casa de la familia Cedeño Villamar, tras quedarse huérfano de padre. Ahora cumplió los 19 y Cedeño pensó que era el momento de cumplir con el ofrecimiento.

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En abril pasado comenzó a organizar el viaje de su sobrino. Mandó el dinero para la  preparación de la documentación que se presentaría en el Consulado de España en Quito. Además, fue a la oficina de la Policía en Sabadell para tramitar la carta de invitación, con la cual su sobrino podría justificar que contaba con un lugar donde hospedarse durante su estancia en  España. “Cuando fui a la Policía, la joven que me atendió me dijo con franqueza: mire, a los ecuatorianos, colombianos y bolivianos les están negando los visados, pero si quiere intentarlo, yo le hago la carta”, recuerda  Cedeño.

Para que le den la carta, la mujer pagó 103 euros (144 dólares), que es el costo del trámite, y realizó todas las gestiones para cumplir con los requisitos exigidos por la Policía. “Me pidieron las escrituras del piso (departamento), una carta del presidente del edificio corroborando que vivo ahí, el certificado de que estoy empadronada en Sabadell, y hasta una foto familiar donde aparezca yo junto a mi sobrino para demostrar que somos parientes”.

La carta de invitación llegó a Balzar en mayo, y era el único documento que le faltaba al sobrino de Cedeño para viajar a Quito a solicitar el visado.
“Cumplió con todo lo que se pidió, pero le negaron sin darle ninguna explicación”, afirma.

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Según Alfredo Cedeño, presidente de la Federación de Entidades Ecuatorianas en Cataluña, la carta de invitación “es una tomadura de pelo”, porque la gente invierte tiempo y dinero en tramitarla y el Consulado de España en Quito no da las visas. “Mejor sería que nos digan con franqueza que no podemos invitar a nadie, para evitarnos el mal momento. De qué sirve cumplir con todos los requisitos  para obtener  un visado que nunca lo van a dar”, acota.

Desde el 2007, la carta de invitación se tramita en las comisarías de Policía y con ella, quienes deseen entrar a España, tienen un justificante de dónde van a alojarse durante la estadía en el país, según las exigencias del Ministerio de Relaciones Exteriores de España.

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Además, los interesados deben presentar en los consulados de España en Ecuador los recibos de que han pagado las tasas para ser atendidos, los justificantes que corroboren que tienen una cita para presentar los documentos, un formulario de solicitud de visado, pasaporte, cédula de identidad, seguro médico, confirmación de la reserva de un pasaje ida y vuelta, entre otros requisitos.