NUEVA YORK, EE.UU.- Los recelos entre los "dueños del país" y los inmigrantes son de crecimiento progresivo, sostiene el abogado Fabián Romo, miembro de la Cámara Mundial del Inmigrante Ecuatoriano y de la Asociación Azogues-Nueva York.

 "Los inmigrantes no estamos muy dispuestos a insertarnos en esta  sociedad, aprendiendo el idioma inglés y respetando sus normas de convivencia social", añade Romo para quien la  indocumentación influye directamente en el recelo de socializar y de adaptarse al medio. "Es una muralla infranqueable a veces. Se vive en 'otro mundo' (ghettos), en el de la clandestinidad y eso de por sí abre previsibles brechas sociales",  afirma Romo.

En este sentido, dice Romo, "los latinos también somos racistas pues solo aceptamos socializar con los nuestros. La afección es de carácter psicológico  y deriva en una mediocre calidad de vida. Además, el inmigrante tiene que lidiar con otros factores como el desarraigo, soledad, clima, largas jornadas de trabajo, abusos patronales, estrés y  el miedo a ser presa de "la migra".

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Organizaciones como  la Asociación Pachamama y el Frente Unido de Inmigrantes se quejan del papel  de los consulados y de la Casa Ecuatoriana de la Secretaría Nacional del Migrante (Senami) , en la defensa de los derechos de los inmigrantes ecuatorianos.