Con la entrega de 1.600 nuevos cupos para atender a los repatriados, hasta el próximo 4 de julio se tiene previsto mantener la etapa de inscripciones para desplazados colombianos en Esmeraldas y posteriormente las brigadas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) se trasladarán a Sucumbíos, Orellana, Carchi e Imbabura.

El proceso de registro de los extranjeros que desean obtener su visa de refugiados –que se inició el 23 de mayo– se reanudó el pasado lunes, a través del programa de regularización que impulsa el Ministerio de Relaciones Exteriores, con el apoyo de la Acnur.

Los colombianos abarrotaron las dependencias del coliseo Nubia Villacís, tal como ocurrió en ocasiones  anteriores. A todos los que se les repartió un turno se les entregó también la pulsera con la numeración respectiva, la que no pueden retirar hasta el día en que se presenten a la cita.

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Los concurrentes contaron historias diferentes pero con una misma coyuntura: el clima de violencia que se vive en su país. Como el caso de Marco N., quien abandonó su natal Medellín por este motivo.

En el coliseo, los delegados de la Acnur cuidaban que los periodistas no tomaran fotografías de los rostros de los refugiados alegando cuestiones humanitarias y de seguridad.

Asimismo indicaron que no todos los que se presentaron reciben el estatus de refugiados. Según el embajador Alfonso Moreno, director general de Refugiados del Ministerio de Relaciones Exteriores, el conseguir un turno no garantiza obtener la visa definitiva.

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El funcionario indicó que se realiza un estudio de los solicitantes, ya que existe una base de datos en la cual se revisa que el aspirante no tenga antecedentes delictivos.

Pese a todos estos controles, las autoridades militares afirmaron que muchos delincuentes que han sido detenidos en San Lorenzo dijeron tener el estatus de refugiados.

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Los colombianos que no alcanzaron a obtener un turno el pasado lunes se encontraban ayer en los exteriores del coliseo Nubia Villacís. Muchos de ellos dijeron que llegaron de lugares distantes como Ibarra, Quito, Guayaquil y El Oro. “Yo necesito el documento... tendré que esperar hasta la próxima”, sostuvo Jairo N., quien llegó hace seis meses al país procedente de Tumaco, en el departamento de Nariño.

Jairo precisó que su prioridad era quedarse en Esmeraldas, pero que aun estando en el Ecuador no se siente seguro y por eso prefirió viajar a Guayaquil junto con su esposa y dos hijos. “En Guayaquil es más fácil pasar desapercibido, en Esmeraldas no es seguro estar”, aseguró el hombre.

Este colombiano, de 25 años de edad, manifestó que no tiene problemas legales, pero que ha sido amenazado de muerte por negarse a integrar un grupo armado al cual no identificó.

Jessenia N., otra colombiana que llegó al coliseo, afirmó tener la visa 12-IV. La joven indicó que era procedente de Armenia y que aunque ella ya se siente segura en este país se trasladó hasta Esmeraldas para orientar a un grupo de compatriotas que no sabían cómo realizar el trámite.

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La mujer se siente contenta con el trato recibido en Ecuador y aspira a que sus amigos obtengan la condición de refugiados. “No somos personas malas, solo queremos vivir en paz y ser útiles a la sociedad en un país que nos abrió los brazos”, añadió esta refugiada.

Detalles: Localización e identificación
Registro ampliado
En mayo pasado, 1.400 colombianos consiguieron inscribirse para el Registro Ampliado. El grupo de solicitantes está conformado, en su mayoría, por mujeres y niños que están radicados en diferentes provincias del Ecuador.

Localidades
Los colombianos que llegaron a Esmeraldas eran oriundos de Bogotá, Valle del Cauca, Tumaco, Medellín y Pereira, y actualmente viven en Quito, Guayaquil, Cuenca, Quevedo, Milagro y otras zonas.

Brazalete
La Acnur coloca a los colombianos que obtuvieron turno un brazalete con un número y el logotipo del ente (foto), que no pueden quitárselo hasta el día de la cita para el registro.