Un segundo caso de niñas drogadas con escopolamina por estudiantes del colegio técnico Simón Bolívar se denunció esta semana.

Según la denuncia, una joven de 16 años que estudia en ese plantel fue obligada por un compañero de clases a oler un producto que le provocó  desmayo y que desvaríe al hablar. El padre de la víctima, luego de hablar por teléfono con ella, acudió al colegio y encontró a la joven desmayada en el dispensario médico.

“Los doctores del plantel se negaron a darme la sustancia que ese sujeto le hizo oler a mi hija”, manifestó en la denuncia el progenitor, quien trasladó a la menor al  hospital Roberto Gilbert, donde hasta ayer permanecía ingresada.

Publicidad

La semana pasada, dos estudiantes del colegio Simón Bolívar fueron acusados de haber drogado con escopolamina a siete alumnas del colegio Ana Paredes.

Iván Poveda, vicerrector técnico del plantel, informó que la comisión disciplinaria del establecimiento investiga el caso.

Las indagaciones las realiza la rectora encargada, Concepción Villao, quien la mañana de ayer estuvo en la Dirección de Educación.

Publicidad

Gonzalo Cabezas, jefe de la Policía del Guayas, mencionó que paralelamente ellos investigan la denuncia puesta por el colegio Ana Paredes.

“En este caso se busca determinar de dónde provino la droga”, agregó el funcionario, que aseguró desconocer la segunda denuncia.

Publicidad

La escopolamina es una sustancia que tiene el poder de suprimir la voluntad de las personas y hacerles perder la memoria cuando están bajo su efecto. Puede causar desde convulsiones hasta la muerte.