La situación legal del futbolista Geovanny Nazareno empieza a complicarse. El jugador, quien fue detenido el pasado domingo cuando el vehículo de su propiedad, un auto Hyundai, atropelló y mató a María Celeste Quintero, de 19 años, en la carretera Esmeraldas–Viche, dijo que él no manejaba y que lo hacía su padre, Prudencio Nazareno, pero ayer cambió su testimonio ante los agentes de la Unidad de Investigaciones de Accidentes y aceptó que su padre no estaba a bordo y que él conducía el vehículo.

Gonzalo Suasnavas, jefe de la  policía de Esmeraldas, expresó que el futbolista permanece recluido en el Centro de Detención Provisional del Centro de Rehabilitación Social de Varones en la vía a Atacames.