Cinco indígenas murieron y unos 65 resultaron heridos por una granda que explotó -según la Policía accidentalmente- cerca de la medianoche durante una fiesta para recibir el año nuevo en una zona apartada del norte de Colombia, informaron este jueves la organización que los agrupa y autoridades.

El general Luis Paredes, comandante de la segunda División del Ejército, dijo a periodistas que fue una granada el explosivo que estalló y aseguró que no se trató de un atentado contra la comunidad indígena.

Al parecer alguno de los asistentes a la fiesta portaba la granada, que habría estallado accidentalmente, agregó.

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Sin embargo, el gobernador de la comunidad indígena, Jaime Arias, manifestó su sospecha de que se hubiera tratado de un atentado. Fue un "hecho de la guerra fraticida que ha sufrido nuestro pueblo", afirmó a radio Caracol.

Inicialmente la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) había indicado en un comunicado de prensa que se desconocía el tipo de explosivo, y pidió a las autoridades esclarecer el "acto criminal".

El hecho ocurrió en un resguardo de la comunidad indígena Kankuama, localizada en el departamento de Cesar, al noreste, fronterizo con Venezuela.

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Aunque la ONIC informó inicialmente de cuatro muertos: tres mujeres de 24, 26 y 45 años -todas madres de entre cuatro y tres hijos- y un hombre de 25 años padre de dos hijos, posteriormente en el hospital falleció uno de los heridos, indicaron autoridades locales a telenoticieros.

De los 65 heridos, a dos hubo que amputarle las piernas, dijo la ONIC, que señaló que los más graves debieron ser trasladados a hospitales de la ciudad de Valledupar, capital de Casar, donde "la mayoría se restablecen satisfactoriamente".