Mountazer al Zaidi, reportero iraquí de 29 años, era un desconocido hasta el domingo pasado cuando en medio de una conferencia de prensa, en Bagdad, le lanzó sus zapatos al presidente de EE.UU. George W. Bush, al tiempo de gritarle: “Este es un beso de despedida del pueblo iraquí, perro”, que es uno de los peores insultos y ofensas en la cultura árabe.

Desde entonces es considerado un “héroe” en Iraq y en los países árabes por llevar a cabo un golpe simbólico contra una persona a la que consideran responsable de las guerras que han azotado al mundo musulmán y que han costado cientos de miles de vidas.

Aunque el Gobierno de Iraq considera el gesto de al Zaidi como “vergonzoso”, la misma acción ha logrado coincidencias en la postura de grupos antagónicos iraquíes, ya que los shiies lo consideran un “héroe” y los suníes lo califican de “ícono de la resistencia contra la ocupación”. Además el gesto de al Zaidi empezó a tener seguidores, incluso fuera del mundo musulmán.

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Compañeros de al Zaidi, quien trabaja desde hace tres años en el canal de TV Al-Baghdadiya, aseguran que la acción fue premeditada. “Mountazer nos había prevenido desde hace al menos siete meses que lanzaría los zapatos a la cabeza de Bush si tuviese la ocasión de estar frente a él”.

“Cuando nos prometió que lo haría, pensamos que eran solo palabras”, dijo uno de sus compañeros.

Según otro colega de trabajo, Jihad al Rubaie, “Aunque su familia fue víctima de la feroz represión de Saddam Hussein, Mountazer rechaza visceralmente la presencia de Estados Unidos en el país, al que acusa de haber dejado decenas de miles de muertos y huérfanos, por eso cierra sus crónicas televisivas diciendo: ‘Desde el ocupado Bagdad’, y pospuso su boda hasta que los estadounidenses se vayan de Iraq. Los detesta y detesta a Bush”.

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Mountazer al Zaidi, quien está detenido por su acción, es oriundo de la ciudad chiita de Nassiriya, a 350 km al sur de Bagdad,  vive con sus hermanos en el centro de Bagdad. Su hermano Durgham ha declarado que Mountazer fue detenido durante un día, a principios de años, por las fuerzas estadounidenses y que fue secuestrado por una semana en Bagdad en noviembre del 2007, por milicianos.

El departamento del periodista contiene libros sobre política y religión tanto en árabe como en inglés, además de una fotografía del ícono revolucionario Ché Guevara. El hermano de Mountazer también expresa que hace tiempo que planeaba lo que hizo y aprovechó su puesto en la televisión para llevarlo finalmente a cabo.

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El Gobierno iraquí ha dicho que al Zaidi ha cometido un “acto barbárico e ignominioso”, que no corresponde con el rol de los medios y demandó al canal de televisión que se disculpe públicamente por el incidente. Sin embargo el canal Al-Baghdadiya transmitió continuamente música patriótica, con la cara de al Zaidi cubriendo toda la pantalla y leyó un comunicado demandando su liberación.

El Sindicato de Periodistas Iraquíes ha expresado que la conducta “para nada profesional” e irresponsable de al Zaidi lo habían colocado en una “situación vergonzosa”. Sin embargo pidió su liberación por razones humanitarias.

“Se podrá reprochar al periodista que con su acción haya excedido las funciones de un informador, de manera más genérica, hay quienes podrán censurar su actitud irrespetuosa hacia un mandatario. Con independencia de si se comparte o no la reacción de al Zaidi, lo que resulta incuestionable es que no ha obedecido a un capricho repentino o a un vano afán de notoriedad, sino a un rencor profundo contra el promotor de la ocupación ilegal de Iraq”, indica el periodista colombiano Marco Schwartz en el sitio web blogs.publico.es.

Schwartz agrega que la escena de los zapatos volando contra el rostro de Bush ha dado a los iraquíes lo que seis años de resistencia no habían logrado: un símbolo con el que mostrar el rechazo a la presencia estadounidense en Iraq.

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