Mientras lee las 40 primeras líneas de este reportaje (en 60 segundos  aproximadamente) un millón de fundas plásticas nuevas son repartidas en los comercios de todo el mundo.

Quince  minutos después de que acabe de revisar este texto solo el 1% de ese millón de bolsas será reciclado y el 90% dejará de usarse y terminará en rellenos sanitarios, enganchados en árboles, obstruyendo alcantarillas y formando  redes de basura en océanos, esteros y ríos. Ahí permanecerán  entre 400 y 1.000 años hasta desintegrarse en pequeñas partículas tóxicas, pues por estar fabricadas a partir de petróleo y gas   tienen una naturaleza no biodegradable y contaminante,  según estudios internacionales.

Uno de ellos, realizado por la Sociedad Océano Azul para la Conservación del Mar, revela que  en cada milla cuadrada de superficie de mar flotan 46.000 pedazos de basura plástica, mientras cerca de cien mil mamíferos marinos y un millón de aves mueren anualmente al quedar atrapados en su trama, al ingerirlos o asfixiados por su acumulación en el agua. 

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“Por su forma y bajo peso, las fundas son muy volátiles y  van por todos lados hasta que finalmente se quedan en el agua porque al mojarse ganan peso”, explica Fausto López, director de la Escuela de Ciencias de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL).

Una investigación hecha por esa entidad a mediados de este año  con 772 familias lojanas, revela que semanalmente cada persona recibe alrededor de 15 fundas plásticas, en su mayoría de los mercados, comisariatos, panaderías y farmacias.

De los encuestados, el 45% dijo que luego de usarla -durante  20 minutos en promedio- bota las bolsas, mientras el 4% las quema.  En tanto, el 43% de los entrevistados aseguró que las reutiliza y el 8% las guarda. 

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“Hay un uso indiscriminado de las fundas. Como se reparten gratuitamente   en los locales, a la gente no le preocupa mucho reutilizarlas”,  añade López, quien indica que el problema se agrava en época navideña cuando aumentan las transacciones comerciales.

En este sentido, representantes de industrias plásticas del Ecuador afirman  que en el último trimestre de cada año su producción se incrementa entre  un 20% y 40% por la demanda de los vendedores.

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En tanto algunas empresas, como El Rosado (Mi Comisariato), Supermaxi y De Prati han optado por usar fundas biodegradables (que tienen aditivos para que se desintegren hasta en tres años).

En todos los casos, la iniciativa fue dada por la propia compañía, pues hasta ahora en el país no se ha emprendido ningún  proyecto para incentivar la producción y consumo sustentable o de la reutilización de las fundas plásticas. Así lo admite Irma Suárez, funcionaria del Ministerio de Ambiente en Quito, quien anuncia que entre enero y febrero próximos se ejecutará una campaña nacional en ese sentido. 

Pero además de una campaña ciudadana, para  Fausto López los procesos de reciclaje deberían exigirse a través de la legislación nacional y ordenanzas municipales que al momento tampoco existen.

En Guayaquil, por ejemplo, el encargado de la Unidad de Control y Calidad del Departamento de Medio Ambiente del Municipio, Víctor Hugo Molina, asegura que cuando las compañías presentan sus estudios de impacto ambiental para sacar su permiso de funcionamiento solo se les recomienda implementar medidas de reciclaje, sobre todo de la materia prima que utilizan. Sin embargo señala que de 500 empresas inspeccionadas solo la mitad realiza estos procesos.

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Los mayores encargados de esta tarea son los chamberos. Uno de ellos, Luis, comenta que lo que más se recicla son metales,  cartones y papel blanco. Lo que menos se recicla, señala,   son las fundas plásticas. “Como pesan poco hay que coger miles para sumar un kilo y  recibir solo $ 0,20”, indica.

Medidas
EN OTROS PAÍSES

En el 2002 en Irlanda se puso un impuesto de 9 ctvs. de libra irlandesa a cada bolsa de plástico entregada en los comercios. La medida disminuyó el consumo de estas en un 94%.

En China se prohibió el uso de fundas de menos de 0,025 mm de espesor, pues por ser las menos resistentes no pueden ser reusadas.

Diez años de cárcel y una multa de $ 17 mil  es la sanción impuesta en Bangladesh para quien fabrique bolsas plásticas. Para quien las use la multa es de $ 9. 

En algunos países de Europa se promueve el uso de fundas biodegradables, que en Holanda son fabricadas con almidón de maíz.  Mientras algunas cadenas de comisariatos y de mensajería están comprometidas en adquirir fundas hechas con bolsas recicladas. Así con el reciclaje de 2 toneladas de plástico se ahorra 1 tonelada de petróleo (materia prima de la funda).

Detalles
ALTERNATIVAS DE CONSERVACIÓN

Disminuir
Si va hacer compras en distintos almacenes pida una funda grande en el primer lugar y acomode los objetos en esa bolsa para no  tener que utilizar otras. Si compra algún producto pequeño, como las pastillas en la farmacia, guarde ese objeto en su cartera o bolsillo para que no tenga que usar fundas.

Reutilizar
Destine un cajón o un espacio de su casa para guardar las fundas que le entregan en los comercios, de tal manera que pueda hallarlas con facilidad para volverlas a usar.

Sustituir
Para hacer las compras  sustituya las fundas plásticas por canastos y bolsas de yute o tela (cuestan $ 1,50). Estas son más resistentes, por lo que pueden ser reusadas mucho más. En las panaderías pida fundas de papel.

Cifras

2.500
Toneladas  de basura recoge a diario el consorcio Vachagnon en diciembre. Los otros meses esta cantidad es de 2.200 toneladas.

500%
Aumenta la basura de los centros comerciales y Bahía de Guayaquil este mes, compuesta principalmente de cartones y fundas plásticas.