Quito promueve el turismo en la ruta Tierra del Volcán

 Ecoturismo, aventura, excursiones, observación de aves y deportes extremos son las opciones que la ciudad capital  ofrece a los  visitantes nacionales y extranjeros.

Alejarse del ruido y descubrir los puntos turísticos no tradicionales de Quito son parte del programa que promueve el Municipio metropolitano.

Así a 3.200 metros sobre el nivel del mar y a casi una hora de Quito  se encuentra la reserva ecológica privada Tierra del Volcán,  rodeada por volcanes y donde se asientan tres haciendas: Santa Rita, El Porvenir y la Tambo-Quilandaña, cada una con su encanto particular.

Como el caso de la hacienda Santa Rita, donde se puede practicar   el canopy, un deporte extremo que consiste en pasar de una montaña a otra guindado de un arnés y una polea.

Esta actividad se desarrolla en una estructura  técnica y segura montada en el encañonado del río El Salto, afluente del río Pita.

A media hora de  Santa Rita está la hacienda El Porvenir, ubicada en las faldas del volcán Rumiñahui. Es una casa tradicional que cuenta con ocho habitaciones, dos cuartos dobles, una casa familiar más pequeña y un salón de eventos.

Los huéspedes pueden realizar  actividades como paseos en bicicleta y cabalgatas que  pueden durar hasta dos  horas en un recorrido por el páramo, o siete días, haciendo paradas en cada una de las haciendas.

La última es la  hacienda Tambo, que ofrece   servicios similares a las anteriores y que  está  ubicada a las faldas del volcán Quilindaña.

Jorge Pérez,  gerente de Tierra del Volcán, dice que el 70% del mercado turístico que disfruta de este tipo de faenas al aire libre es extranjero.

Asimismo  explica que un 30% corresponde al mercado local que está adquiriendo el gusto por este tipo de actividades.

 Otra  hacienda,  que está fuera de la reserva ecológica y a una hora de Quito, es La Alegría, rodeada por once volcanes y que ofrece agroturismo, observación de aves, paseos a caballo y escalar montañas.

Gabriel Espinoza, dueño de la hacienda,  refiere que además de los servicios turísticos  su hacienda produce el 30% de la leche que consume el país.

Los costos para los deportes extremos van desde los $ 15; y los hospedajes desde $ 40. Los dueños de estos espacios realizan obras sociales en escuelas y sitios cercanos a esta ruta.