La situación económica en nuestro país no se compadece con la realidad salarial que el trabajador percibe.

Muchos trabajadores honrados, con sacrificio vivimos a expensas de la próxima quincena que recibiremos, pues el ahorro en estos tiempos es algo imposible de hacer realidad. Y el asunto de la vivienda familiar resulta una utopía. Solo hacer un arreglo o un cuartito más a la casa es contraer una buena deuda que nos obligará a ajustarnos más el cinturón; pero a veces es necesario hacer esa inversión, endeudándonos para poner unas ventanas que nos hacían falta, o hacer colocar solamente medio techo, o dar seguridad a nuestra casa con una cerca de hierro. Y en ese sentido, los materiales de construcción andan por las nubes, como es el caso del hierro.

Esperemos que con los cambios que dicen van a darse se haga un control de los precios, no solo del hierro, sino del cemento, zinc y todos los materiales de construcción, y no se perjudique al pueblo.

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Manuel Carchi,
Guayaquil