La compañía brasileña Norberto Odebrecht confirmó ayer que aceptó las exigencias del Gobierno ecuatoriano para solucionar el conflicto por supuestas fallas estructurales en la central hidroeléctrica San Francisco. La idea es dejar sin efecto la expulsión ordenada el pasado 23 de septiembre por el presidente Rafael Correa.

En un comunicado emitido en Sao Paulo, Odebrecht señaló que como líder del consorcio responsable por las obras de la hidroeléctrica, integrado también por las empresas Alstom y Va Tech, “confirma que aceptó los términos exigidos por el Gobierno ecuatoriano para firmar el acuerdo de compromisos”.

Según la constructora, “el acuerdo ya fue firmado por la empresa y entregado a las autoridades ecuatorianas”. En el comunicado, prevé “el pago de gastos resultantes de los trabajos de corrección de los problemas verificados” en el túnel de la hidroeléctrica, así como en algunos componentes electromecánicos, independientemente de la investigación de responsabilidades.

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También se compromete a “extender la garantía” por un año más contra defectos de las obras civiles y dar otra por cinco años en las reparaciones que se hagan. Igualmente, transferirá a Hidropastaza, contratante de la obra, la garantía adicional de los equipos y depositará un monto de $ 43,8 millones para cubrir eventuales responsabilidades que sean atribuidas al consorcio por un peritaje internacional independiente.

En Ecuador, mientras tanto, un equipo técnico del Gobierno, encabezado por el Fondo de Solidaridad (FS) y el Ministerio de Sectores Estratégicos, es el encargado de evaluar la comunicación de la brasileña.

Correa, en su visita a Manaos (Brasil), el martes pasado, afirmó que en esta carta la empresa acepta todas las condiciones impuestas, pero que el documento no garantiza que se vaya a revertir su decisión de echarla del país. “En los próximos días sabrán cuál va a ser nuestra posición definitiva”, dijo.

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El ministro de Sectores Estratégicos, Derlis Palacios, afirmó que junto al presidente del FS, Jorge Glas, analizan la comunicación. “Tenemos que tomar una decisión hasta la próxima semana. La decisión final la tomará el Presidente. Él dirá si se queda o se mantiene la salida de Odebrecht”, recalcó.

De hecho, ayer el Jefe de Estado se reunió con las autoridades del sector eléctrico por más de una hora para analizar el tema. Al término de la cita, Glas señaló que hasta ahora “la posición como país sigue siendo exactamente la misma”.

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Otra reunión está prevista para el lunes o martes de la próxima semana y anoche se debía analizar la situación con Petrobras. Odebrecht tiene contratos en Ecuador por dos hidroeléctricas, un aeropuerto y un sistema de irrigación.