Miles de viviendas inundadas, más de cuatro millones de personas sin electricidad, incendios y cristales arrancados de rascacielos dejó el paso del huracán Ike por Texas.

El secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, Michael Chertoff, dijo que había reportes no confirmados de “pocas muertes” causadas por el huracán Ike, tras su paso por la costa de Texas el sábado.

También citó “significativas crecidas” y daños en Texas y Luisiana.

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Con un centro de más de mil kilómetros de diámetro, Ike continuaba ayer su paso por el estado, aunque se degradó de huracán categoría 2, con vientos de 177 kilómetros por hora, a tormenta tropical.

Una de las preocupaciones principales es la suerte de las decenas de miles de personas que hicieron caso omiso de los apremiantes llamamientos de las autoridades para la evacuación y que obligan ahora a estas a preparar una ingente operación de rescate en la costa.

La alcaldesa de Galveston, Lyda Ann Thomas, ordenó la evacuación total y un toque de queda, pero solo 38.000 de los 58.000 habitantes de Galveston evacuaron la zona.

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Andrew Barlow, portavoz del gobernador texano Rick Perry, afirmó que  “vamos a lanzar la que probablemente sea la mayor operación de búsqueda y rescate jamás conducida en el estado de Texas”.

Los bomberos decidieron el viernes a las 21:00 no desplazarse más en respuesta a cientos de llamados de gente desesperada en sus refugios, teniendo en cuenta la fuerza de los vientos, pero miles de residentes resolvieron desafiar al huracán en Galveston.

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Un habitante de la ciudad, refugiado en un  hotel, consideró que Ike era aún más devastador que los huracanes Carla y Alicia de 1961 y 1983.

En Houston, cuarta ciudad en tamaño de Estados Unidos, cerca de cuatro millones de personas estaban sin electricidad y las redes de telefonía móvil se saturaron. Uno de los edificios símbolo de la ciudad, la torre Chase, de 75 pisos, perdió cristales de sus ventanas.

Las grandes dimensiones del huracán inundaron también partes de Luisiana, el estado vecino que intenta recuperarse de la llegada del Gustav hace dos semanas.

El impacto de Ike empezó a notarse en el precio de la gasolina, pues Ike, el mayor ciclón que ha tocado tierra en EE.UU. desde el paso del Katrina por Nueva Orleans en el 2005, obligó a cerrar 17 refinerías de petróleo en el golfo de México, donde se procesa el 22% del combustible estadounidense.

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Salud 

Las autoridades de Salud de Cuba han llamado a la población a reforzar la higiene para evitar brotes de enfermedades, tras el paso por la isla del huracán Ike, que dejó siete muertos, pérdidas materiales multimillonarias y obligó la evacuación de 2,7 millones de personas.

Daños
El huracán Ike arrasó e inundó 300 mil ha de cañaverales. Más de medio millón de viviendas quedaron dañadas y 91.000 fueron derrumbadas, dijo un funcionario del sector.