Al menos ocho personas murieron ayer en enfrentamientos armados cerca de la ciudad amazónica de Cobija.

“Ocho personas muertas que están en la morgue de Cobija (capital de Pando), aunque existen otros reportes aún no confirmados de otras personas que habrían fallecido”, informó Sacha Llorenti, viceministro de Movimientos Sociales.

Asimismo, reportó que se tiene registros de decenas de personas heridas, “muchas de ellas están todavía en el monte escapando de la balacera”, en lo que calificó de “una masacre”.

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Los incidentes se registraron en la comarca de Porvenir, a unos 30 km al este de la ciudad de Cobija, capital del departamento de Pando, cuando grupos cívicos y funcionarios de la prefectura opositores llegaron a la zona para impedir una reunión de campesinos partidarios del presidente Evo Morales.

Los sucesos comenzaron el martes con la toma de oficinas del gobierno en los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando, en el oriente, y Tarija, liderados por prefectos opositores que impulsan gobiernos autónomos en sus regiones y rechazan el proyecto constitucional que impulsa Morales.

Ayer, EE.UU. decidió expulsar al embajador de Bolivia en Washington, Gustavo Guzmán, en respuesta a la expulsión de su diplomático en La Paz, Philip Goldberg, a quien Morales acusó de impulsar acciones para desestabilizar su gobierno.

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Desde Caracas, el presidente Hugo Chávez, en solidaridad con Morales ordenó al embajador de EE.UU. en Caracas, Patrick Duddy, a abandonar el país en 72 horas  y ordenó retirar su delegación diplomática de Washington. Además dijo que podría hasta financiar grupos armados en Bolivia si se atentara contra Evo Morales.

Los choques de ayer ocurrieron cuando campesinos afines al gobierno intentaban ir al municipio de Filadelfia para reunirse con sectores afines, pero fue bloqueado por opositores.

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El enfrentamiento causó además unos 30 heridos de bala.

El ministro del Interior (gobierno), Rubén Gamarra, rechazó las advertencias de un dirigente opositor de Pando que, según dijo, amenazó con cobrar cada muerte de su sector con otra del lado campesino.

El prefecto de Pando, el opositor Leopoldo Fernández, admitió que la situación en su región es incontrolable.
 
Ayer en Santa Cruz, al menos 300 personas de grupos autonomistas cercaron el barrio, donde se teme que se produzcan más enfrentamientos.

En Tarija, otro epicentro de la violencia, un hospital reportó 88 heridos desde el miércoles.

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“Vamos a aguantar hasta donde podamos, pero la paciencia tiene un límite”, dijo Morales.

Las protestas derivaron en la toma de dos campos petroleros por parte de opositores y en la explosión de un ducto que obligó a Bolivia a reducir su entrega de gas a Brasil y Argentina. Además se cerraron aeropuertos en las zonas afectadas. American Airlines suspendió sus vuelos.