Con una herida en el cuero cabelludo, por un cachazo que recibió durante la agresión, el afectado se mostraba aún nervioso, mientras  unos diez padres de familia permanecían afuera del jardín  alarmados por el atraco, que puso en riesgo la vida de los niños.

El hecho se registró a las 08:30 de ayer, cuando Almeida llegó en su carro a  dejar a su hijo, de 4 años,  en donde estudian  unos 200 menores.

Luego de que el pequeño ingresó,  el progenitor se dirigió al vehículo, que estaba estacionado en la entrada principal del centro educativo, y fue atacado por dos  sujetos, quienes intentaron meterlo al automotor.

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No obstante, la víctima se resistió y forcejeó con los delincuentes. El perjudicado contó que en ese momento llegó un expreso escolar, con al menos unos quince menores, y cuando intentó estacionarse en la av. Francisco Rizzo  uno de los antisociales apuntó hacia el bus para que no siga su marcha.

Los antisociales corrieron hasta la esquina de la cuadra, en donde los esperaba un Hyundai Tucson plateado, sin placa, no sin antes apropiarse de un celular, una cadena y un reloj, valorados en 2.000 dólares.