La embajadora de EE.UU. se va el próximo martes, y en su balance señala que el gobierno del presidente Correa, coherente con su visión de soberanía, es el que más se ha preocupado por la frontera norte.

A días de terminar su misión, la embajadora de Estados Unidos en Ecuador, Linda Jewell, pone énfasis en una relación positiva entre ambos países y asegura que su país no cree que el gobierno del presidente Rafael Correa sea colaborador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Usted ha estado casi 3 años como embajadora de Estados Unidos en Ecuador, ¿en qué cree que mejoraron las relaciones?
Mi idea fue enfatizar lo positivo, los lazos históricos en comercio, turismo, educación; hicimos un pequeño cambio en la imagen de EE.UU. aquí, he tratado de no involucrarme en la política interna.

Publicidad

¿Fue suficiente?
En este momento tan complicado, el hecho de no involucrarme en los asuntos políticos internos no es poco.

¿Esto no hizo que tuviera bajo perfil, si la comparamos con su antecesora Kristie Kenney?
No quiero compararme con mi antecesora porque estuvo aquí en tiempos distintos. No traté exactamente de tener bajo perfil. Queremos ser socios pero no queremos manejar la política de Ecuador. Intenté encontrar una línea para estar presente por medio de proyectos, de hechos positivos pero no opinando siempre sobre lo que pasaba en el país.

¿En qué cree que han empeorado las relaciones?
Lo que está un poco estancado es la inversión porque hay tantos cambios en Ecuador y todos los inversionistas esperan la nueva Constitución para saber las reglas del juego; no solo los estadounidenses.

Publicidad

¿Hay casos específicos de inversiones paralizadas?
No puedo mencionar compañías específicas, es más una atmósfera generalizada en espera de las reglas del juego, y todavía pasará algún tiempo. No tengo la impresión de que este Gobierno no quiera atraer la inversión, al revés, ellos entienden que es importante para el crecimiento y la reducción de la pobreza.

Una de las cosas claras es que no habrá negociaciones para un Tratado de Libre Comercio.
No se olvide que fue EE.UU. el que las interrumpió por la nueva Ley de Hidrocarburos en el Gobierno anterior. Creo que ninguno de los dos países está en el momento ideal para reiniciarlas. Se empezó un diálogo bilateral que no solo se reduce al comercio, estamos en la fase de definir los temas importantes. En comercio, una posibilidad es el acuerdo de cielos abiertos o eliminar las barreras fitosanitarias para ciertos productos ecuatorianos. Todavía somos el cliente más grande de las exportaciones ecuatorianas.

Publicidad

¿Se marchará a paso lento?
Queremos tener resultados concretos a fin de año, pero hay que tener en cuenta que estamos en campaña presidencial y que uds. tendrán un referendo y quizás luego elecciones.

¿Cree que la agenda electoral de EE.UU. permitirá renovar las preferencias arancelarias que se vencen en diciembre?
Sí, es posible, nuestro Congreso es consciente de los beneficios de esas preferencias. Es importante que el Gobierno y los empresarios de Ecuador vayan a Washington y lo expliquen, no es para rogar, pero en nuestro sistema la idea de explicar y hacer lobby es natural.

¿Su talón de Aquiles ha sido la no renovación para el acuerdo del FOL de Manta?
Con la posición y el punto de vista del presidente Rafael Correa esto no fue posible, incluso fue parte de su campaña. Respetaremos la decisión del Gobierno en noviembre de 2009. Para mí fue importante la transparencia, abrir las facilidades de Manta para demostrar que se trabaja en la lucha contra el narcotráfico y desvirtuar rumores.

Hubo acusaciones de que el FOL participó en la incursión colombiana en Ecuador (en Angostura) en marzo pasado.
Es cien por ciento falso, su misión es solo antinarcóticos.

Publicidad

También hay la sospecha de que aviones estadounidenses lanzaron las bombas, ¿cuál fue exactamente la participación de EE.UU. en esta operación?
Los aviones fueron colombianos, no tuvimos participación en la operación, es un hecho que las bombas fueron de fabricación estadounidense y fueron usadas en Colombia, pero hasta ahí llegó nuestra participación.

¿Pero sabían de antemano de la operación?
No voy a hablar sobre eso.

La repercusión diplomática incluyó la acusación de injerencia de los servicios de inteligencia de EE.UU. en Ecuador.
 No hablamos mucho de los servicios de inteligencia en medios públicos, pero le puedo decir que estos servicios tienen normalmente canales de contacto, esto es bien conocido y fue muy transparente para los funcionarios ecuatorianos que necesitaban saberlo. No había nada fuera de lo normal.

¿Ustedes financian directamente a la unidad de élite de la policía UIES?
Tenemos varias formas de apoyar a los servicios de inteligencia de Ecuador para hacer su trabajo, no puedo dar detalles de ese apoyo, estamos siempre listos a hacerlo en la manera en que Ecuador lo desee.

¿Ha hablado ampliamente sobre esto con el Presidente?
Sí, pero no ampliamente. Le ofrecí a él y a otros ministros que queremos colaborar con la comisión que investiga a los servicios de inteligencia. Todavía no nos hemos reunido con la comisión.

Se tiene la impresión de que la incursión de Angostura obligó a Correa a tomar ciertas definiciones frente al conflicto colombiano, algo que otros gobiernos no habían hecho, ¿concuerda con esa percepción?
El gobierno del presidente Correa ha hecho muchos más esfuerzos que otros gobiernos para proteger la frontera con Colombia, y estoy hablando de antes del 1 de marzo. Esto está muy ligado a su interés de proteger la soberanía en todas las áreas, en lo político, económico y en seguridad también, es muy coherente en realidad.

¿Este mensaje ha llegado lo suficientemente a Washington?
Sí, no sé si lo suficiente, pero es un mensaje que hemos enviado a Washington. Y creo que ha sido bien recibido porque nuestro informe anual sobre el control del narcotráfico fue muy positivo para Ecuador.

¿No quedó una sospecha de ser colaboradores de las FARC por la reunión con Raúl Reyes para la liberación de los rehenes?
No hemos dicho mucho sobre eso, la discusión después del 1 de marzo y sobre las computadoras ha estado dirigida a Venezuela.

¿Le quedó claro a Washington que no somos colaboradores de las FARC?
Es una pregunta muy en blanco y negro, pero no creo  de ninguna manera que mi Gobierno piense que el Gobierno ecuatoriano sea colaborador de las FARC. Creo que se ha aceptado la reunión del ministro Gustavo Larrea, pero hemos pasado la página, estamos enfocados en lo que hace Ecuador para cuidar su frontera.

¿Cómo ve esta agria disputa entre Ecuador y Colombia?
Es muy triste, pensamos que tiene que ser resuelto entre ellos y no voy a pronunciarme sobre el tema. Hemos apoyado los buenos oficios de la OEA y del Centro Carter.

Que han fracasado.
Hasta ahorita, soy diplomática y siempre tengo esperanzas.

La muerte de Marulanda y la liberación de Íngrid Betancourt hacen suponer que Colombia llegaría a una solución negociada con las FARC, ¿EE.UU. la apoyaría?
Le tocaría al Gobierno de Colombia y a las FARC decidirlo, una solución negociada sería bueno para todos.

Perfil
Linda Jewell

EDAD
55 años
PROFESIÓN
Diplomática de carrera, ingresó al servicio exterior de EE.UU. en 1976, se graduó en la Universidad de Yale
CARGOS
Antes de llegar a Ecuador fue vicesecretaria adjunta de Estado en la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental. Próximamente se jubilará.
FAMILIA
Casada con John Walsh, tiene dos hijos.