El ex mandatario Gustavo Noboa y su familia observaron por televisión el plenario en el que la Asamblea le concedió la amnistía. Una vez  aprobada, los abrazó y le dijo a su hijo Pablo: “Sírveme un trago”. Y le alcanzó una cerveza.

El informe sobre su amnistía estuvo listo en abril, ¿por qué se tardó tanto en aprobarse?
El (entonces) presidente de la Asamblea, Alberto Acosta (PAIS), se lo guardó. En una entrevista él dijo: “Algún rato lo pondremos en el orden del día. No tengo apuro”. Como si fuera dueño del país. O sea que la justicia no es un apuro... Llega Fernando Cordero a la presidencia (PAIS) y lo pone en el orden del día. Y en pleno  vimos cómo este hombre (Acosta) se saca la máscara, hace una intervención populachera en la cual dijo falsedades históricas...

Él ha dicho que la negociación de la deuda que usted hizo fue nefasta.
Es su opinión. El Banco Central, el Fondo Monetario dijeron que era una muy buena renegociación. La Contraloría no encontró ningún problema, los peritos de Fiscalía tampoco...

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La amnistía está condicionada a que si se detectan otras irregularidades podrían iniciarse procesos.
La amnistía es amnistía y punto. Si luego estos grupos de deuda quieren hacer alguna denuncia es otra cosa. Esto ha sido escarbado por un enemigo como León Febres-Cordero (PSC), la Contraloría, la Fiscalía...

Febres-Cordero le advirtió que  lo perseguiría como “perro con hambre”...
Y lo siguió haciendo a través de los ladridos de Acosta. Ambos son del mismo grupo. Son odiadores.

Usted se siente agradecido con el presidente Rafael Correa, ¿será candidato por PAIS o aceptará ser colaborador de su gobierno?
No voy a ser candidato ni colaborador de nadie. Estoy retirado de la política, dedicado a la cátedra universitaria y a escribir mis libros sobre mi caso.