Ramiro González, de la Izquierda Democrática, alejado momentáneamente de la política tras haber sido por diez años prefecto de Pichincha, retorna a la función pública como delegado del Gobierno al Consejo Directivo del IESS, en medio de críticas de militantes de su propio partido que creen que el Mandatario lo usa para dividir al partido.

¿Cómo se siente empezar a manejar la institución más rica de este país? 
Me siento motivado por obtener el respaldo de los otros dos miembros del Consejo y del Presidente de la República que me ha dado luz verde para hacer los cambios. El país tendrá muy claro las cosas, en donde haya trabas los identificaré con nombres y apellidos a quienes no quieren el cambio.

¿Cuál es la expectativa que tiene al asumir la delegación del presidente Correa al Consejo Directivo del IESS? 
El Presidente me ha pedido que me haga cargo de esta reforma institucional que pretende hacer en la seguridad social. Lo ha hecho a título personal, no hay injerencia política alguna. Antes de aceptar, le pedí que me permitiera conversar con los representantes de los jubilados, afiliados y empleadores para explicarles lo que el presidente Correa quiere hacer con el Seguro y yo con la presente administración. Ellos han comprendido y me han dado todo el respaldo.

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¿Baraja nombres para ocupar el cargo de director del IESS? 
Todavía no. Probablemente serán ex colaboradores míos, pero tienen que ser un gerente, un ejecutivo, administrador de empresas, en lo posible, no político sino técnico que se dedique a gerenciar la institución, de tal manera que tengamos resultados de forma inmediata, que sepa trabajar en equipo.

¿Cómo hará para que ese director no acumule el poder y la discrecionalidad de elegir a su conveniencia a directores de hospitales?
Eso está bien en la medida que responda a la política institucional, lo malo es cuando se sale de eso y responde a sus intereses. El gerente moderno debe saber todo, para eso deberá tener a un grupo de directores.

Usted ingresa a esta delegación con resistencia de los jubilados que no quieren que la partidocracia se apodere de la institución. ¿Qué opinión le merece?  
No los jubilados. Un jubilado, hablé ayer con el señor (Édgar) Saravia pero él me ha dicho que está de acuerdo, me ha contado de los requerimientos que tienen y le he dicho que lo iremos conversando.

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Pero a usted lo cobija un partido político. ¿Cómo va a manejarlo para que no influya en la administración del IESS? 
Como lo enfrenté en la Prefectura, gané por un partido pero no lo pinté de naranja al Consejo, aquí voy con mayor libertad todavía. Aquí no voy por el partido, sino por una relación personal con el Presidente de la República.

¿Qué medidas van a adoptar con el presunto exceso de personal que ingresó con la anterior administración? 
Si es que hay actos de corrupción habrá los informes de la Contraloría y no nos temblará la mano a cualquier nivel y con cualquier funcionario, pero eso se determinará con una investigación.

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¿Cuáles son las instrucciones que le dio el presidente Correa para pagar el otro 50% de la deuda con el IESS? 
Hablé ayer (lunes) con el Ministro de Finanzas y él me ha dicho que apenas me posesione pagará el otro 50%.

¿Le ha dicho el mecanismo y la forma de pago que utilizará? 
Que tienen los fondos me ha dicho.

¿En efectivo?
Sí, podría ser hasta el viernes.

¿Qué otras instrucciones le dio el presidente Correa? 
El presidente Correa me dio lineamientos generales. Que el IESS no sea una burbuja en la economía ecuatoriana sino parte del desarrollo, es decir, que las inversiones vayan a fortalecer proyectos de mediano y largo plazo, cuidando rentabilidad y seguridad para el afiliado.

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