La oposición de derecha boliviana apostó ayer al todo o nada contra el presidente Evo Morales, al aprobar en el Congreso una convocatoria a referéndum revocatorio que terminaría en tres meses con el mandato del gobernante indígena.

Según el proyecto de ley aprobado, Morales perdería su mandato si los sufragios en su contra superan el porcentaje de los comicios del 2005.

La norma revocatoria también involucra al vicepresidente Álvaro García Linera y a los prefectos de los nueve departamentos, si el mandatario no veta el proyecto de ley.

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El mismo Morales había propuesto el referéndum  revocatorio en diciembre pasado, pero el proyecto de ley que había sido aprobado por la oficialista Cámara de Diputados quedó congelado por la oposición.

La decisión de vetar la ley del referéndum quedó en manos de Morales, solo cuatro días después de que la oposición cantara victoria en una consulta en Santa Cruz que aprobó el estatuto autonómico.

El partido oficialista MAS apoyó en el Senado la aprobación de esta ley al señalar que no teme una eventual derrota, mientras Morales llamó para el 12 de mayo a un diálogo con los prefectos de los nueve departamentos para desbloquear los procesos de cambio constitucional y autonomías.